Tres pequeñas anotaciones sobre el fin del mundo
• Salvo por algunas canciones, el tema del fin del mundo me es completamente indiferente. No me causa nada. Soy un insensible ante el inminente acabose mundial. He dicho que me gustaría estar en el epicentro de la destrucción. No quiero sobrevivir al fin, ni pelear como Will Smith o sacrificarme como Bruce Willis. Que el mundo se acabe conmigo y viceversa.
• La última vez que sentí algo por el fin del mundo fue horror y no dormí bien por días. Tendría yo 8 años y en el canal 5 pasaron una película sobre Nostradamus que relataba cómo sería el fin. Recuerdo fuego, inundaciones, guerras, enfermedades. Y lo que más me asusta en el mundo son las enfermedades.
Veía a mis padres muertos por una puta gripa, a mis compañeritos de la escuela convertidos en zombies, a mi abuela muerta de hambre y a mis tíos destruídos en alguna batalla de alguna guerra que nunca comprendería. Y lo peor de todo es que me veía solo. Más solo que nunca. Y cargué con la tristeza por varios días. Y no sé cómo se me olvidó el asunto, pero ya para cuando vi Terminator 2, el fin del mundo ya me la pelaba.
• Recuerdo haber planteado una solución, incoherente quizás, pero ayudó: escapaba en un barco que dominaba las tormentas. Y es curioso porque cuando decidí tener mi propio proyecto musical, lo bauticé con el nombre de un barco: El Belafonte de Steve Zissou.
Belafonte es un periodista, locutor y músico mexicano. Además de ser el cantante y guitarrista de la banda Belafonte Sensacional, se desempeña como locutor y guionista de la estación de radio Código DF Radio.
