Constantemente  vemos algunos errores clave al aprender a tocar un instrumento musical. En los años que llevo tanto de estudiar como de enseñar música he encontrado ciertos “vicios” en los que muchas veces caemos cuando estamos estudiando un instrumento. Hoy hablaremos de uno sumamente común:

Un gran error que cometemos al aprender a tocar un instrumento es no tener paciencia y esperar resultados a corto plazo.

Al día de hoy estamos muy acostumbrados a la inmediatez que nos proporcionan las herramientas que usamos en nuestro quehacer diario, por ejemplo la computadora y el teléfono celular. Esta costumbre no hace más que esperar que esa inmediatez exista también en otros ámbitos de nuestra vida como es el aprendizaje.

Al hablar de aprendizaje no me refiero solamente al de un instrumento musical, aquí entran distintos tipos de habilidades a desarrollar como son: Resolver una ecuación diferencial, jugar futbol, hacer karate o bailar.

Las actividades arriba mencionadas, incluida la música, implican un proceso de repetición en busca de mejora continua. Nuestro ser, es decir cuerpo-mente, es por definición torpe cuando se inicia en una actividad previamente desconocida. Necesitamos conocer los principios que rigen esa nueva actividad para después dominarlos.



¿De qué forma podemos conocer estos principios? Casi de la misma manera en como conocemos a una persona. Las personas afectivamente más cercanas son aquellas a quienes conocemos desde hace muchos años, las conocemos en distintas facetas de su personalidad. Nos identificamos en algunas de éstas facetas y aprendemos a tolerar esas otras con las que no somos afines.

En el instrumento musical es lo mismo, habrá cosas que se nos faciliten y cosas que serán más complicadas de dominar. El secreto está en que cuando nos topemos con alguna dificultad aprendamos en primer lugar a no rechazar de manera impulsiva nuestra empresa de tocar mejor. Hay que respirar, mirar el asunto de manera objetiva y después buscar una solución.

La solución puede llegar luego de varios intentos o formas de abordar el problema. Lo importante aquí es no caer en la necedad de querer aplicar siempre la misma solución de manera repetitiva. Esa actitud es bastante animal en el sentido estricto de la palabra, es la fórmula del toro dando topes contra la reja de su encierro. El proceso de encontrar una solución eficiente implica imaginar y experimentar distintas formas de atacar el problema.

Los problemas son muchos y resolverlos depende de las capacidades y limitaciones inherentes a cada individuo, es por eso que una buena solución para mí no es necesariamente una buena solución para él o ella.

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Esto último es fundamental en la ejecución de un instrumento musical ya que es una actividad muy ligada a nuestras capacidades psicomotrices e inclusive fisionómicas.

Para finalizar ésta colaboración en resonancia voy a dejarles a los lectores una frase que un maestro me dijo alguna vez y que más o menos era así: “Aprender un instrumento musical es un camino que nunca termina. Es imposible llegar a dominar una técnica que va evolucionando a lo largo de los años producto de las diferentes corrientes estéticas a las que está sujeto el instrumento mismo”.

HolaSim Alternatripmail

Un comentario en «Algunos errores comunes al aprender a tocar parte 1: La falta de paciencia»

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