Michael Rapaport no sólo es actor y director, también es un ferviente fan del hip-hop capaz de lograr que los 26 años de historia de A Tribe Called Quest cobren nueva vida, incluso cuando los neoyorquinos no han grabado un nuevo álbum en años, todo gracias a las razones de fondo para que sea uno de los actos legendarios del hip-hop.

El título engloba todo: el ritmo, las rimas, la vida y los viajes, palabras que afianzan directamente un filme que inicia por el final, la ruptura de A Tribe Called Quest, el proyecto que Q-Tip (Jonathan Davis), Pfife Dawg (Malik Isaac Taylor), Jarobi White y Ali Shaheed Muhammad formaron para seguir los pasos de Run-DMC y LL Cool J. con creatividad, ritmo y sampleos, prácticamente cambiaron la cara del hip-hop.

Pero eso nunca basta para un documental, es necesario profundizar en los protagonistas más allá del marco de Bonita Applebaum o I Left My Wallet in El Segundo, las canciones sirven para entender de dónde surgieron musicalmente, pero el filme es sobre fricción, con el tipo de roces que convierten el oficio de hacer música en un suplicio difícil de mantener lejos del escenario.

Rapaport consigue la dinámica de un grupo que lucha, incluso ahora que se llevan lo suficientemente bien como para recibir un pago – de nuevo, pero también nos habla de los actos que surgieron en la era del boom box, momento en que la burbuja se rompía a frases en las calles de Brooklyn y Queens.



Los testimonios — de productores, DJs y actos afines — llegan con velocidad y furia, mostrando el origen, las ideas y la innovación de A Tribe Called Quest, la formula musical es decodificada al igual que los enfrentamientos en backstage donde el ego y las enfermedades aclaran panoramas.

Todo es ganancia, Beats, Rhymes & Life va más allá de esos simples elementos, a veces es divertida, por momentos es un guiño únicamente para fanáticos y en otras demuestra que el hip-hop no sólo es sobre violencia en las calles o conciencia social, también es sobre el espíritu sónico que lleva a colectivos como Native Tongues a pensar tan sólo en términos del groove.

Tal vez Michael Rapaport es un ardiente fanático de ATCQ, pero su filme no los convierte en héroes, no se va por lo seguro al haber estado en el momento correcto y con acceso a todo, hace consciente la historia al llevar el documental sobre música arriba de la norma, no se queda con las entrevistas a la luminarias del hip-hop como De La Soul, Jungle Brothers, Beastie Boys, The Roots, Kanye West y Common, las imágenes de archivo y los detalles internos.

Verdaderamente revela las inspiraciones culturales, el proceso creativo, la trayectoria y los momentos clave, también apunta hacia un momento específico que puede ser tan claro como la portada del disco Midnight Marauders o el muro de personajes famosos del barrio que vieron durante toda su adolescencia los integrantes de A Tribe Called Quest.

Beats, Rhymes & Life: The Travels of A Tribe Called Quest es parte de la sección Sonidero de Ambulante Gira de Documentales 2012, consulten las fechas y sedes en las que se presentará en www.ambulante.com.mx

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