Para el jazzista norteamericano Miles Davis, la música solo existía en el fugaz momento en que su aliento pasaba por el metal de su trompeta y provocaba fisica y emocionalmente a quien la escuchara. Por fortuna, agrupaciones como el Geneva Brass Quartet de Suiza van por el mundo conmoviendo corazones y permitiendo que, esos breves instantes en que el escucha atestigua la concepción de la música en directo tengan resonancia en los corazones del público según la sensibilidad de éste lo permita.

La tarde del sábado 13 de octubre en el Templo de la Compañía de la ciudad de Guanajuato, el ensamble conformado por Christophe Sturzenegger (clarinete), Lionel Walter (trompeta), Samuel Gaille (trompeta), David Rey (trombón) y Eric Rey (tuba) ofreció un recital que gracias a su formato poco solemne y a la calidad interpretativa de los músicos (todos ellos poseedores de un master en la Alta Escuela de Música de Ginebra) conmovió al nutrido auditorio que llenó el templo religioso ubicado en el centro de Guanajuato.

El ensamble interpretó obras de el trombonista norteamericano Arthur Pryor, el trompetista mexicano Rafael Méndez y el clarinetista y saxofonista cubano Paquito de Rivera, además de temas tradicionales suizos como «GBQ Presentation» una pieza escrita para corno suizo compuesto por el padre del clarinetista Christophe Sturzenegger, y que según la tradición Suiza, nació a partir de la necesidad de comunicarse a largas distancias.



La presentación del conjunto helvético rompió los cánones de formalidad de este tipo de eventos, ya que en todo momento se comunicaron con el público gracias a un traductor. El formato fue ampliamente celebrado por el público, que incluso disfrutó momentos de humor en piezas como «Charleston time» de Jean Francois Michel y La revoltosa de Robert Chapai.

Durante su interacción con el público, los suizo compartieron la importancia de la música de metales en Europa, particularmente en el Reino Unido, donde muchas fábricas prefieren patrocinar ensambles y orquestas de metales en lugar de equipos de fútbol, por lo que este tipo de música, que en países como México es visto como un género sofisticado, en varias naciones europeas se considera música de las clases trabajadoras.

Uno de los momentos destacados del concierto ocurrió cuando el solista Samuel Gaille interpretó los primeros acordes de «La virgen de la Macarena» zarzuela para trompeta compuesta por el mexicano Rafael Méndez que fue ampliamente celebrada por el público.

Finalmente, en ensamble se despidió del público con un conjunto de piezas en el que hicieron gala de la movilidad que permite la ejecución de sus intrumentos. Uno a uno, los músicos caminaron alrededor de las butacas de los asistentes gracias a la magnífica acústica del recinto y a la enorme ventaja de no necesitar micrófonos para su ejecución musical.

 

El Geneva brass Quintet terminó su actuación con «Son de México (suite americana)» del compositor uruguayo Enrique Crespo, una pieza que fue ampliamente celebrada por la asistencia, que estalló en aplausos y que hizo regresar a los músicos europeos dos ocasiones más. El quinteto suizo terminó su participación en el Festival Internacional Cervantino agradeciendo a los asistentes, en particular al embajador de Suiza en México, quien hizo acto de presencia para confirmar los lazos de intercambio cultural entre ambas naciones.

 

HolaSim Alternatripmail

Un comentario en «Cervantino: Geneva Brass Quintet, elogio a los metales suizos»
  1. Que padre!!! Una pena no haber podido estar presente. Enhorabuena mi Pedro, gran esfuerzo que implicó ese viaje y vuelves con varias reseñas de los eventos. El próximo año cuenta con tu colaborador poblano para acompañarte.

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