Por David Ovando / @davidovando23

Con toda la carga cincuentena y con sonidos que fusionan géneros de aquella época como el Boggie Boggie, Western, Swing y desde luego el Rockabilly, Eddie y los Grasosos llegan para contarnos historias de amor de verano en un tono crudo y desenfadado que nos hace cuestionarnos sobre qué tan buenos fueron los tiempos en los que la vaselina en el cabello, los Ford 50s convertibles y las hamburguesas con papas eran lo mejor del mundo.

Desde luego, pareciese que estoy tratando de construir un recuerdo que mi generación no tuvo y que en cierta medida, nuestros padres tampoco conocieron, pues quizás todos estos cánones característicos de los cincuentas, forzosamente nos remiten a los autocinemas y chicas melosas con faldas largas tableadas y con el cabello adornado con un largo fleco, este contexto que en México no se desarrolló de la misma forma, pero que en en términos musicales la historia puede decir lo contrario.

La era del primer derivado del Rock and Roll terminó en gran medida con la llegada de la famosa ola inglesa, aun así México no es ajeno a ese legado que nos dejaron Big Bopper, Carl Perkins y Buddy Holy por mencionar solo unos. Hoy se viven tiempos muy distintos, tal es así que en la masa musical se albergan géneros que no solo permanecen, sino que florecen. A lo que quiero llegar es que muchos ritmos se han retomado gracias a que la época actual favorece este resurgimiento musical, una muestra clara es lo camaleónico que se torna su iPod, o bien la cantidad de propuestas que pueden llegar a tener en un festival de música.



 

Eddie y los Grasosos bien puede llegar a ese lugar que no ocupaban muchos, pues su calidad los respalda dentro de la escena del Rockabilly en México. Un nicho que va ganando terreno y adeptos no solo en la música, sino también en el cine. Aquí traigo a colación el filme “Vuelve Primavera” cuyo protagonista es el mismísimo Eddie Wolfman, quien además de ser la voz de la agrupación, extrae su nombre de la fusión entre Eddie Cochran y el locutor de radio Wolfman Jack. En las percusiones de Eddie y los Grasosos encontramos a George McFly cuyo apellido nos recuerda que la euforia para tocar la batería es igual a la de aquel viajero del tiempo proveniente de Hill Valley, por su parte Richie Violence nos anuncia que su contrabajo es el más violento y nos hace creer que la música nunca murió, y Dick Takeshi ocupa el glorioso lugar como guitarrista principal.

 

Con dos álbumes en su discografía “Oh! mi nena” (2010) y “Rock in Club” (2012) Eddie y los Grasosos conforman una agradable oferta musical plagada de hedonismo sano, ritmo, diversión y letras que hablan sobre la fiesta y conquistar de la mejor forma a chicas guapas. En términos musicales, la estructura rítmica se sostiene en guitarras melódicas, voces en eco de salón, baterías que nos hacen bailar cual Enrique Guzmán con los Teen Tops, contrabajos acoplados al estilo Rockabilly y claro, ccoros de hasta tres voces que confirman el gran potencial de esta propuesta capitalina.

Refugiados en sonidos con influencias nacionales como los ya mencionados Teen Tops y Los Locos del Ritmo, pero con claras referencias a al escuela clásica de Jerry Lee Lewis, Del Shanon y Elvis Presley and The Blue Moons Boys, la música de Eddie y los Grasosos es la puerta de entrada a un viaje atemporal por las bases del Rock and Roll.

Este cuarteto se ha presentado en diversos festivales a lo largo de la republica valiéndoles su estancia dentro de la ultima edición del Festival Vive Latino 2012 lo que comprueba que estos cinco años de carrera, los ha posicionado como una propuesta de la que habrá que estar pendiente si lo que se quiere es “Rockanrolear”.

HolaSim Alternatripmail

Un comentario en «Eddie y los Grasosos: Rockanrolear, ¿Por qué no?»
  1. Muy interesante que en plena era donde el mainstream es la música electrónica y el referente es una persona frente a un mixer y un audífono como el Rock and Roll no ha desparecido. Lo más probable es que se vaya hacia sectores más reducidos de público como hoy sucede con el Jazz.

    Recordemos que el Jazz fue la música de la juventud hasta finales de los 40 y después pasó a ser un género más «refinado» que implicaba cierta educación musical en el escucha para ser apreciado. Es probable que el Rock siga ese camino.

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