Hace cinco columnas de Sonidos Marginales empezamos a hablar sobre las edades de una banda de Rock. En la columna pasada me concentré en hablarles de la niñez de un banda. En este momento vamos a hablar del período de adolescencia de una agrupación rockera.

Un adolescente, dentro de los múltiples cambios que sufre, se encuentra con varios conceptos sociales desconocidos durante su infancia como Competencia, popularidad, imitación a ídolos e incluso da sus primeros pasos en uno de los males que nos aquejan el resto de nuestra vida: egocentrismo.

 Los grupos de Rock viven en algún momento estos mismos conceptos sociales, tomemos el primero de ellos que es la competencia. 

Cuando uno es teenager, la vida es una constante lucha por ser quien tiene más pegue con las chicas. Una banda que vive este periodo busca ser la más popular en su género musical, quiere tener gran afluencia en sus tocadas.



Esto nos conduce directamente al segundo concepto que es popularidad. Verdad es que las series de TV americanas han exacerbado la importancia de ser popular cuando se es adolescente pero sin embargo, una cosa es cierta: Los adolescentes arden en deseos de gritar al mundo que son “especiales” y  buscan destacar del resto de sus compañeros de una u otra forma. A veces van a los extremos y buscan ser el paria del grupo (darketo, emo, metalero) o el galán/guapérrima y amigo o amiga incondicional de todos.

La búsqueda de aceptación de una banda de Rock –nos guste o no- es un sofisticado concurso de popularidad. Implica que todos conozcan a la banda ya sea porque les encanta o porque les caga. Es necesario tener una imagen acorde al género musical que toca y así como el estudiante va a las competencias de atletismo, la banda de rock debe tener la constante disciplina para mejorar su habilidad de ejecución.

Otro punto importante a mencionar, en la adolescencia un individuo empieza a admirar adultos que no son necesariamente sus padres. Todo lo contrario, es aquí donde miran hacia los astros del deporte, estrellas de cine y TV y por supuesto Rock and Pop Stars. A diferencia de la niñez de una banda donde los elementos “juegan” a ser sus ídolos, aquí en ocasiones tratan de convertirse en ellos, copiando formas de vestir, de bailar o de cantar. Este paso es natural hasta cierto punto, lo importante es romperlo y buscar una identidad propia.

 

El más grave de los errores que aquí cometemos es caer en egocentrismos. La banda que piensa ser la mejor del barrio, escuela o ciudad a veces toma actitudes lejanas a su realidad y creen que todos los bares tienen el privilegio de tenerlos en escena, que merecen el mejor equipo de sonido y a veces que el público debe esperar más de media hora para que salgan a actuar.

Y si esto se traslada al interior de la banda, empiezan los problemas entre los integrantes: “yo toco mejor que tu”, “deberían estar agradecidos de que formo parte de su proyecto”, “preferiría tocar con sutano o mengano”. Tan sólo miren a los Beatles en su periodo de Let it be.

La adolescencia es un paso necesario en la vida del ser humano, del mismo modo es para toda banda de Rock. Es una etapa crítica que define la duración de un proyecto musical, todo depende las decisiones que los músicos tomen en ese momento.

En otra columna hablaremos de la madurez en una banda de Rock. Estamos pendientes de sus comentarios.

HolaSim Alternatripmail

Un comentario en «Etapas de vida de una Banda de Rock (parte 2)»
  1. La mayoría de las personas que nos dedicamos a las actividades creativas tenemos una relación muy particular con el resultado final de una obra. A un contador o a un biólogo no siempre lo puedes calificar por el resultado de su trabajo, pero quienes tenemos que ver con obras relacionadas con la creatividad siempre seremos juzgados por lo «bonito» de nuestro producto final.

    Esto invariablemente genera una relación bastante singular con la vanidad y el ego , que en gran medida tiene que ver con el reconocimiento de nuestro trabajo. Como bien comentas en la entrada, todo artista o profesional de las industrias creativas considera que puede hacerlo mejor, que tiene una mejor idea o que su trabajo no es lo suficientemente valorado sin antes recurrir a la autocrítica, lo cual evidentemente pone en entredicho el profesionalismo y el autocontrol.

    Excelente entrada, creo que varios de los aspectos de los que hablas trascienden a la actividad musical. Saludos!

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