Con este texto vamos a cerrar ese ciclo de escritos en Sonidos Marginales en donde se hacia un análisis del crecimiento de un grupo de Rock haciendo analogía con el ciclo de vida de una persona.

¿Que sucede cuando una persona alcanza la edad madura? De entrada, su experiencia le ha dado más elementos que le permiten evaluar mejor las circunstancias que se presentan en su vida.

La banda de Rock que ha alcanzado la madurez ha vivido ya una serie de experiencias de todo tipo. Vamos a citar algunas:

Ha tocado para 10 o para 100 personas – En el caso de un artista célebre podemos hablar de miles-



Se ha enfrentado a tanto a tener con buenos sistemas de audio como a PA’s que no son buenos ni para promocionar productos de fayuca.«Todo por 10 varos, pásele seño»

Se ha acercado a las discográficas y en muchos casos ha caído en las garras de «coyotes» o empleados de nivel medio que aprovechando el sueño del rockero le sacan algún dinero.

Ha intentado orgullosamente mostrar sus primeras producciones musicales para darse que cuenta que al final no alcanzan los estándares de calidad que el medio exige.

Han tenido largas discusiones internas sobre el rumbo que el grupo debe seguir: Que género tocar, hacia que público target, con que mánager deben trabajar etc.

Volviendo a nuestra analogía con una persona madura. El adulto ya no juega solo por el hecho de ganar, juega por el deleite que le proporciona el juego.

Así debería ser con los grupos de rock. Antes que la fama y la fortuna debe estar la música. Los grandes maestros como Mozart, Beethoven o Bach no pensaban «Voy a escribir una pieza para volverme el compositor más famoso de mi tierra» ellos simplemente hacían su trabajo sin pensar demasiado en lo que pudiera ocurrir. Mozart fue pobre la mayor parte de su vida.

Cuando el objetivo de una banda es hacer música por el placer de hacerla,  las adversidades se vuelven menos importantes. Dejamos de pensar menos en términos individuales y más en lo que es bueno para el grupo.  Ese es el principal signo de madurez en una banda.

El error adolescente que todo ser humano comete es la falta de capacidad para ver más allá de su entorno. El adulto que de verdad busca crecer de aprende a superar esta visión corta.

Una pregunta que pudiera sernos de utilidad a todos los que en su momento somos, seremos o fuimos parte de una banda de rock adolescente:

¿Me meti en esto porque quiero ser una estrella de rock o porque amo la música?

No hay respuesta buena o mala pero la primera opción, si no es bien manejada pudiera ser motivo de frustración cuando no se cumple el objetivo y la segunda opción no. Cuando haces algo por amor el resultado es secundario, lo haces  por el mero gusto.

Vean al señor de 40 y pico de años que juega fútbol con sus cuates los domingos. O al viejito que pinta óleos para decorar su casa. Lo hacen y punto no es que busquen hacer carrera de eso.

Me despido con esta reflexión y los invito a no perder de vista sus objetivos musicales, fama y fortuna no son garantía pero sí una gran satisfacción personal de crecimiento.

HolaSim Alternatripmail

Un comentario en «Etapas de vida de una banda de Rock (parte 3)»

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