He leído algunas reseñas sobre The Dark Knight Rises, unas buenas y otras muy extrañas, incluso escritas por fanáticos religiosos. Las mejores hacen análisis cinematográfico, pertinente para un director con las ambiciones de Nolan; las peores hacen lecturas literales de lo presentado en pantalla y luego hacen juicios basados en sus propias creencias. A mi me parece que ambas pueden beneficiarse de un análisis más literario, más basado en personajes.

The Dark Knight Rises (TDKR) es un blockbuster, por lo tanto esta sujeto a cierta censura y a la adopción de discursos estadounidenses (el del terrorismo, el de la seguridad nacional). En cada película de la trilogía el villano ha adoptado el papel del terrorista, mientras que el aparato de justicia se divide el trabajo entre el District Attorney (el político quasi republicano en la forma de Harvey Dent) y James Gordon, quien como jefe de policía también contribuye a la existencia de un vigilante ilegal, en miras de ofrecer una justicia genuina. Batman es el héroe y el portador de esa justicia genuina; el gobierno personifica a la cerrazón y la hipocresía política. La construcción del heroísmo de Batman va atado a todas las fuerzas que se enfrentan, pero sobretodo a su oposición con las decisiones gubernamentales, quienes, por ejemplo, aceptan sacrificar a una ciudad entera. En el desarrollo de estos personajes la audiencia ve cuestionados los discursos que cada uno representan: es Bane el personaje que revela la verdad sobre la villanía de Harvey Dent y que la «paz» o la «seguridad» en Gótica son mentiras. ¿Suena familiar? El terrorista es más honesto que el aparato de gobierno; y así podríamos añadir más ejemplos. Un gobierno hipócrita, miedoso y un villano bastante coherente pero con un odio hacia las clases altas son los que ponen la mesa para que Batman haga su sacrificio.

Los blockbusters son muchas veces acusados de representar únicamente las perspectivas del establishment. Batman lo hace levantando preguntas a su paso, acaso lo único que puede hacer en su condición de blockbuster. El poder de los cuestionamientos es lo que, en mi opinión, hace meritoria a la película; son cuestionamientos directos, o que vienen a través de historias, de cinematografía. Recordemos cuando en la segunda entrega el Guasón conversa con Harvey Dent en su cama de hospital y cuestiona las prioridades de la justicia en Gótica: compara un camión lleno de soldados con la limosina de un político. Hace ver a Dent que no todos reciben el mismo trato. En Batman vemos las inconsistencias del aparato de justicia, la ceguera que implica la adopción de ciertos discursos, el miedo de donde provienen. Al final de la última entrega Batman hace el sacrificio final, la trama de Bane falla pero es Gordon renunciado a su papel de policía el que ayuda a la solución del problema. La policía queda como una organización cobarde, que no puede salvar incluso a unos cuantos niños y vuelan un puente muertos de miedo. ¿Dónde quedaron los héroes del establishment?



Si vemos a TDKR más allá del despliegue técnico y le damos una oportunidad a sus personajes creo que podemos encontrar una película muy adecuada a su época, que cuestiona a su audiencia sobre asuntos tan importantes como la política o la seguridad. La retórica de Batman permite que situaciones tomadas de nuestra realidad inmediata jueguen en el campo de la hipótesis y nos den un resultado que nosotros decidiremos si es pertinente o no; si es una visión de la realidad que puede ir más allá de la sala de cine o no. Para mi lo es.

 

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Por Fernando García

@unfernando

2 comentarios en «Lo que se queda: Algo sobre los personajes en The Dark Knight Rises»
  1. Como bien mencionas, lo más interesante de la cinta son los puntos de reflexión que Nolan y los escritores de la trama proponen al público. Además de la crítica a las instituciones que atinadamente destacas, a mi me pareció muy interesante el señalamiento de los excesos a los que llegan las revoluciones desorganizadas, como los juicios sumarios y totalmente arbitrarios hacia gente cuyo su único crimen es tener dinero.

    Fuera de la mitologia del comic, Nolan y los guionistas de su equipo triunfan al crear una cinta con muchos matizes. Sin lugar a dudas, de lo mejor que ha traído este verano pese a los trágicos atentados que ya todos conocemos.

  2. Lástima que le pegó el «terrorismo» a la cinta.

    La parte de los juicios es muy buena porque justo muestra como las revoluciones pueden llegar al otro extremo; lástima que en la realidad es siempre contra el pobre, el desprotegido…

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