La noche del miércoles 3 de octubre, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris albergó uno de los eventos más vanguardistas dentro de la programación del Festival Mutek MX. Dentro del programa A/VISION, 3 artistas sonoros y visuales dieron cátedra de la interacción que es posible lograr entre el sonido analógico, las plataformas digitales y las animaciones generadas en tiempo real.

El primero en subir al escenario fue el alemán Nils Frahm, quien construyó un set de música instrumental a partir de un piano de cola y un juego de sintetizadores conectados a una enorme pantalla. La música de Frahm se caracteriza porque  cada una de sus piezas se genera en directo a través de las cuerdas del piano, las cuales mandan un pulso eléctrico que genera proyecciones y estelas lumínicas.

Cabe destacar el buen humor de Nils Frahm, que comienza prácticamente desde que se sube al escenario y se presenta con el público. Tras explicar brevemente la lógica de su arte,  Frahm ejecuta su música de una forma dinámica  e implícitamente ligada a la improvisación y los estados de ánimo que logra despertar entre los asistentes.

 



 

El segundo acto de la noche tuvo lugar cuando el proyecto Le Révélateur ofreció al público mexicano una serie de piezas audiovisuales que transportaron al espectador a un mundo en el que los impulsos sonoros son capaces de construir edificaciones de luz y estelas dinámicas de luz gaseosa. A través de la pantalla colocada sobre el escenario, los asistentes encontraron una enorme ventana para ejercitar su percepción sensorial.

Finalmente, las instalaciones visuales del proyecto EUPHORIE dieron a los espectadores una nueva dimensión de los alcances que la mente y el cuerpo humano son capaces de desplegar gracias a los sintetizadores y los medios digitales. Fiel al arte que lo caracteriza, EUPHORIE dio una muestra de como la interacción con los sonidos, los visuales, la tecnología y la arquitectura puede desplegar espectáculos tan enriquecedores como apasionantes.

No cabe duda que asistir al ciclo Mutek: A/VISION 1 es una experiencia tan compleja como apasionante. Y es que ante el tan pregonado agotamiento musical que por años se ha pregonado en la industria musical, las propuestas de estos músicos de vanguardia nos dejan claro que en la experimentación y el arte sonoro tal vez se encuentren las fórmulas musicales que dominaran este arte en los años por venir.

 

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