Por Ignacio Pato / @ipatolorente

¿Han escuchado alguna vez esa expresión de “los sellos tradicionales”?. Pues podríamos considerarlo casi un oxímoron, pues el lugar de lo tradicional, de lo caliente, de lo rebosante, siempre ha sido ajeno a la práctica habitual de sellos en busca del rendimiento a corto plazo y la estetización y proceso de rebaja de lo no-tan-pulido. Eso, en el mejor de los casos, ya que no existen pocos ejemplos de apropiación (como si de recursos naturales se tratara) de talentos y maquillaje para su posterior explotación en el mercado.

Caballito nació en 2010 de la voluntad de David y Daniel, Grita y Bigote, de poner en su sitio a la cumbia digital y con ella a los sonidos graves que mueven al planeta. Como netlabel, Caballito es la plataforma desde la que estilos como la mencionada cumbia, el moombahtón, dub, rap, tropical bass, dancehall, trap o dembow se expanden en conexión directa desde Latinoamérica hasta Europa pasando por su base de operaciones en Granada. Todo ello en licencia libre. Pero hay más, porque las fiestas, sesiones, producciones, arte audiovisual o compilados son el pan nuestro de cada día en Caballito, así como un permanente flujo colaborativo entre artistas que rebuscan en lo más profundo de los sonidos.

 



 

Hablar de roster en Caballito es complicado, al igual que hablar de elepés físicos o del fetichismo del objeto. Aquí lo importante es lo colectivo y que el sonido escape al elitismo. Construir con la música. El negocio está en otro lado, y eso es lo que conecta verdaderamente al colectivo con la música que rescata/homenajea/crea/interpreta. Con el soundcloud por bandera, ahí están la sensualidad del sonido de Lucí Fuerza, el compromiso social de Kuto Selektah Quilla, la cumbia vaquera de Los Wendys, el maravilloso universo de Viva La Virgen, de Die Laser Titten, la propuesta del jovencísimo Kid Cala, el psicotrónico Pipo El Sucio, los prolíficos Ovni Guarajé, las investigaciones sónicas del dúo Sonido Desconocido II o los compilados “El Gravetón”, ya por su tercera edición e imprescindibles para los neófitos. Pero también, cómo no, el sudor y el baile en los eventos organizados en ciudades como Granada, Madrid, Barcelona, Almería, Sevilla, Bilbao o Berlín. Y, últimamente, han tenido que ver en la creación del sello Latin Bass México, por iniciativa de Oscilador Bass de Aguascalientes.

 

Dénse una vuelta por la web de Caballito, acaben abriendo mil ventanas de soundclouds de sus artistas y descubran que otra música es posible, otra al menos alejada a la tradicional estructura de consumo de los labels, sí, pero también una que da oxígeno a esas punzadas en el estómago milenarias y que esa mencionada tradición de origen anglosajón en la música siempre ha solido despreciar como músicas menos meritorias que el rock o el pop. Confundir la introspección o la espiritualidad con la tristeza o la inacción es una costumbre que dura ya demasiado tiempo.

Caballito hace gravetón. Caballito es too much porn. Música para quien sabe defender lo que no nos pueden quitar: el cuerpo.

 

HolaSim Alternatripmail

Un comentario en «SONIDERO: CABALLITO: Las Venas abiertas a la cumbia»

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.