Por Ignacio Pato / @ipatolorente
¿Cómo que ya no se hacen cosas que merezcan la pena? ¿Por qué tanto empeño en saber si el pop y el rock pueden resucitar? Poco se habla de si murieron de incapacidad o chantajeados; murieron al fin y al cabo. Mientras tanto, un poco de ahora y de otras cosas en el estado español:
“Si los chavales camelan pegarle un poquito a la lejía o camelan pegarle un poquito a la mandanga pues déjalos”. Así, y en cinta de cassette, comienza esta pequeña historia que podría ser de otro tiempo si no fuera porque es más actual y pertinente que gran parte de los grupos que dicen hacen música muy seria y sesuda. Mandanga, desde Barcelona, es punk, puro punk a caballo entre los 80 y los 90 hecho por los miembros del grupo Dissäpte, en un formato algo más rebajado -menos crust- que el de este último nombre.
Sus referencias a escritores venerados por el establishment catalán o el disparo certero contra Felip Puig, consejero de Interior del gobierno autonómico (responsable de la mayor y más grave escalada represiva que ha vivido Catalunya en años), la presencia de la destrucción en el ocio obligado y un decidido choteo no exento de autocrítica les convierte en un grupo perfecto para tardes que se alargan y noches que se complican.
Ei Felip, i el gas mostassa?
Veus que ens has fet fer per passar-te de la ratlla,
a l’autòpsia hi dirà ben clar que et fots mandanga!
(Ey, Felip, ¿y el gas mostaza?
Ves lo que nos has hecho hacer por pasarte de la raya,
en la autopsia dirá bien clar que te metes mandanga!)
http://mandangabcn.bandcamp.com/
