“Después de 41 años, ganar algo de esta magnitud es algo para estar increíblemente orgulloso, hacer esto después de esa cantidad de tiempo no es poca cosa”Michael Eavis

La historia de los festivales es bastante larga, sólo basta decir que el concepto se remonta hasta el siglo XVI, donde además de las justas deportivas se incluían competencias musicales de acuerdo al tema elegido ese año, claro que el sonido era bastante diferente en esa época. La mayoría de los festivales, aún algunos que se realizan en la actualidad, son descendientes directos de competencias de música clásica, pero el concepto, las formas y los objetivos provienen directamente de Glastonbury, el padrino de la increíble oferta y expectación que provocan todos los eventos masivos.

Algunas de las bases de los festivales se han modificado, al menos ya no existe ese duelo de compositores en nombre de un rey. La posición de la música también ha cambiado, ahora es el centro del festival y el resto de las actividades son atractivos menores y todo eso se debe en parte a Michael Eavis, quien recibirá el Lifetime Achievement Award otorgado por European Festival Awards el próximo año por ser la fuente de inspiración de todos los organizadores de festivales de los últimos 40 años.

A pesar de las grandes aportaciones de Woodstock y las múltiples concentraciones hippies de música de los 60 entre Estados Unidos e Inglaterra, sólo Glastonbury logró establecer el espíritu y la organización que le permitieron realizarse año con año, logrando que se vendan boletos aún sin conocer el cartel, propiciando con su estructura que de marzo a octubre en todo el mundo aparezcan pretextos para realizar un festival, haciendo que las épocas de calor y lluvia se presten perfectamente para esas orgías de lodo que casi casi Glastonbury patentó.



Realizar el festival le ha tomado la mitad de su existencia, la historia de Glastonbury prácticamente va de la mano de la vida de Eavis, quien al abandonar su carrera en la marina mercante para hacerse cargo de la granja familia en 1958, encontró tiempo suficiente para asistir a festivales de folk como Isle of Weight y Bath Festival of Blues en 1969, la experiencia fue tal que el año siguiente decidió ser el anfitrión de su propio festival en el valle Worthy Farm, que después de cinco décadas se ha convertido en un lugar reconocido por sus inundaciones, inclementes lluvias, campos de lodo y, sobre todo, por ser uno de los escenarios más importantes de la música en vivo.

Glastonbury es un ejemplo por cuestiones bastante simples que los organizadores en la actualidad a veces olvidan, su creación y realización se centró en la perseverancia, en lugar de obtener carretadas de dinero con sólo un festival, Glasto hasta después de 11 años obtuvo ganancias, de las cuales en la actualidad se logran reservar £2 millones tan sólo para caridad. El otro punto establecido por Michael Eavis en su modelo fue la fusión y mezcla de ideas, actitudes y energías, diferenciándose de la atmósfera de otros festivales más urbanos y comercializados.

Y aún marcando la pauta, Eavis admite que Glastonbury podría realizarse otros tres o cuatro años y no más, porque los festivales “están de salida” y aparentemente los asistentes empiezan a aburrirse. De cualquier forma, él parece comprometido con Worthy Farm, incluso si eso significa detener el festival un año para mejorar las condiciones del lugar, pero la verdad dudamos que se detenga. Por si acaso… Julien Temple en algún momento también tuvo miedo, por eso decidió cubrir la historia de Glastonbury de 1970 a 2005 en un documental.

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