Hace dos años dos legendarios diseñadores de fundas de discos, Peter Saville y Sir Peter Blake, pronunciaron que el arte del álbum había muerto. En ese momento, en el que el mp3 mostraba una increíble portabilidad y la carencia de los elementos que nos hacían soñar escuchando música, comprendimos totalmente su declaración.

La forma en que la música articulaba imágenes de forma tan íntima se había reducido dramáticamente, en menos de 15 años pasamos del gran formato de 31 centímetros por lado a un lienzo del tamaño de una servilleta a una imagen mínima del tamaño de un timbre postal.el LP y el mp3, del regreso de los discos de acetato, la forma en que los sonidos se encadenarán con más información con el formato Music DNA, sin embargo no he hablado mucho sobre el arte, parte crucial de la identidad de cualquier banda y que en favor del download parece perderse rápidamente, comprimiéndose en una mínima expresión que todavía le interesa a algunos.

Las compañías discográficas (sobre todo las independientes) intentan darle un valor agregado al download, incluyendo un trabajo de arte específico para cada descarga individual, pero hasta éste momento no ha surgido una innovación que sustituya la vieja e histórica portada. Pero eso no quiere decir que cientos de diseñadores no lo estén intentando, todos quieren traer de regreso el arte, están experimentando con nuevas herramientas e ideando planes para reinventar la portada en la era digital, deseando fervientemente encontrar el punto que transformará nuevamente a la industria discográfica.

Algunos reviven el vinilo, otros se cuelgan de imágenes exclusivas utilizando Adobe Flash Lite, algunos han recurrido a las tarjetas SD, memory sticks, USB Flash Drives y el Wamo pack, que cruza la línea entre los reproductores habituales y los teléfonos celulares para brindar ringtones, videos, tracks completos, entrevistas exclusivas y menús interactivos, pero aún así nos falta algo con la nueva generación de álbumes digitales.

Pensando en ese gran detalle del que empezamos a carecer, una de las bandas más importantes (al menos de éste mes, después del concierto en el Madison Square Garden sabremos si es real) empezó a jugar con ideas en las que se pudiera desarrollar un arte que fuera relevante en el mundo digital. Arcade Fire y el equipo de diseño de AATOAA sabían que era absurdo colocar todo en un sólo JPG, que The Suburbs necesitaba una combinación de todas las eras para lograr una conexión certera entre banda-música-audiencia, querían encontrar la forma de acercarnos a la experiencia de hace más de 20 años, lograr algo similar pero con las limitaciones actuales del formato.

De esa forma el Director de Arte Vicent Morisset llegó a lo que ha nombrado Synchronased Artwork, una idea simple entre el arte tradicional, lo minimalista y lo interactivo. De esa forma las ocho fotografías que tomó Gabriel Jones en un suburbio de Houston el invierno pasado y el diseño de Caroline Robert se convirtieron en una serie de momentos en una canción usando el formato m4a.



De esa forma el arte de The Suburbs cambia, se muestra como micro capítulos para cada línea de las letras y crece gracias a hyperlinks sincronizados con cada canción. La idea es muy parecida a la de Music DNA, pero ahora es real con el compromiso de la banda de agregar nuevos momentos y referencias a cada corte, además de que AATOAA también se compromete a cambiar las imágenes relacionadas de vez en vez.

El Synchronased Artwork no podremos comprobarlo completamente hasta tener la copia física de The Suburbs o al menos la copia en mp3 oficial (no la filtrada a Internet desde hace dos semanas), sin embargo podemos darnos una idea de lo que será con sólo ver el bello trabajo de Caroline Robert y Gabriel Jones en sincronía. Cómo dice Vincent Morisset “Es similar, pero diferente”.

Al menos ya vemos hacia donde van las ideas y comprobamos que algunos no sólo tratan de probar la eficacia del software TuneUp o hacer que se vea más lindo el cover flow en el iPod, tal vez eso es suficiente para que me disculpen por dedicarle dos semanas seguidas ésta columna a Arcade Fire (pero siempre es interesante ver como un grupo logra que las cosas giren a su alrededor). Sólo pasen el puntero por encima de la imagen para comprobarlo.

Comprendimos la pérdida de Saville, quien no sólo recordó su trabajo para Factory Records y su necedad con una de las fundas más caras de la historia (el floppy disk del sencillo Blue Monday de New Order), también explicó su lazo sentimental y profesional con el arte: “Cuando tenía 15, en el noreste de Inglaterra… la portada del disco era como una ventana a otro mundo. Viendo una ilustración de Andy Warhol en un álbum de Velvet Underground fue una revelación… Fue el arte de nuestra generación… verdadero arte pop”.

Por su parte Sir Peter Blake, quien tiene el pequeño mérito de haber creado la increíble portada de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de los Beatles, dijo: “Si, el [arte del álbum] ha sobrevivido del LP al CD, pero… se ha vuelto tan obsoleto que imagino que el arte de un disco no existe. Creo que será una gran pérdida”.

A lo largo de varios Spoiler Alert he hablado de la transformación de la música, de cómo convergerán


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