Antes que anda, debo agradecer al Doc Neon quien hizo posible esta reseña

Creo que la gran mayoría de nosotros, al ver el cartel de este festival para el 2010 reafirmamos algunas cosas: que son siempre las mismas bandas, que la escena actual parece no ser suficiente para un festival como lo fue en los noventas y que nadie se preocupa demasiado pro si hay bandas de calidad o no, ya que el dinero está en traer bandas extranjeras o apoyar bandas de ese mismo corte. Esto claro, nos daría para otros tres artículos cuando menos pero por el momento, hay que hablar del Vive Latino de este año. Mi reseña no es para nada exhaustiva. Solo vi a pocas bandas: Calexico, Ely Guerra, Cuca, Chetes y al Mago de Oz. En otros años me hubiera podido quedar todo el día pero ya ven lo del cartel… (Me quedé con ganas de ver a los músicos de José y a Celso Piña pero las actuaciones, desafortunadamente, se contraponían: mala suerte).

Calexico fue la mejor de las bandas que vi. Desde el primer momento quedaba claro que son músicos profesionales, que no andan con cosas ni con vanidades sin fundamento: ellos mismos checaron su sonido en el escenario: nada de entradas majestuosas. Las reglas del juego se establecieron rapidamente: ellos son músicos y venían a tocar, es todo. Así dieron repaso a cerca de 10 canciones, que aún cuando el público no las conocía del todo, fue siempre entusiasta y no dejó de reconocer a la banda, que aparecía en el escenario mitad latina y mitad estadounidense: la sección latina con trompetas, una marimba y percusiones; en la mitad un sintetizador que a veces funcionaba como piano eléctrico y luego una banda de rock de 4 piezas clásica, bajo el mando de los dos miembros más viejos de la banda: Joey Burns y John Covertino.

Quizás fue, Inspiración interpretada por Jacob Valenzuela la que alegró más al público. De cualquier modo, cada vez que se escuchaba algún ritmo cercano, algún ritmo mexicano transformado por Calexico pero aún reconocible, la gente que se reunió aprovechaba para bailar.



Ely Guerra y su banda (los elys guerras) complacieron con una corta presentación en el escenario más grande del Vive Latino. EL momento cumbre llegó cuando dedicó Ojos claros, labios rosas a la memoria de su mejor amigo, de nombre Camilo. Y con una extraña tristeza, o quizás una sobrehumana alegría Ely Guerra terminó su set dejando a todos contentos y apapachados (así es Ely Guerra).

Cuca fue un show: canción tras canción ponían a todos a brincar (por lo menos) y a corear esas canciones que son muy fáciles de aprender. No se si deba repetirlo: Fors y compañia saben manejar un escenario, sin duda.

Chetes apareció con gafas azules, muy bien peinadito para su presentación: no se porque, creo que esta vez no le soltaron tantos piropos como otras veces. De todos modos, Chetes hizo lo suyo, tocó canciones de su nuevo disco. La gente no respondía del todo: no las conocía y son muy diferentes a las canciones que lo hicieron famoso como solista. Quizás sea un extrañamiento que se quite con una sobredosis de transmisiones en la radio. Lo mejor fueron los covers de Zurdok a mi parecer. Lo triste fue recordar canciones como Completamente, que en algún momento fueron de lo más importante en festivales con mejores bandas en el escenario y con sorpresas para no del todo predecibles.

El Mago de Oz es una banda de escenario. Sabe muy bien lo que hace y al ritmo de sus Molinos de Viento y Fiesta Pagana fueron capaces de poner a bailar (casi alrededor del fuego) a un público que no dejaba de corear sus canciones.

En los fans del Mago de Oz podía verse como el rango de edades del vive ha cambiado mucho. Cada vez va gente más grande. Quizás sea momento de replantear esos aspectos del festival, en medida de lo posible y de lo que la escena local pueda ofrecer. El Vive Latino va a seguir dando ganancias pero si sigue en un paso descendente terminará por desaparecer.

HolaSim Alternatripmail

Por Fernando García

@unfernando

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.