Hoy comparto con ustedes mi perspectiva acerca del trabajo de  Howard Bloom. La labor de Bloom llamó mucho mi atención porque este señor  es un profesional formado en física y microbiología que a la edad de 25 años decidió dar un giro completo y dedicarse a ser publicista del Rock and Roll. Entre sus clientes figuran estrellas como Billy Joel, Simon y Garfunkel, Michael Jackson, ACDC, Cindy Lauper y se le considera uno de los forjadores del destacado músico pop Prince.

Bloom desde el principio se preguntó: «¿Qué hace grandes a los Beatles o los Rolling Stones?» «¿Cómo creamos una estrella?».

Howard Bloom
Howard Bloom

El publicista rockero señala que ha de encontrar tres elementos que estén a su favor:

1. Una persona que coma, duerma y respire con la música y no exista nada más en su vida. Como fue el caso de Prince.

2. Empezar a correr la voz sobre determinados medios de comunicación de masas de alto impacto cuya palabra es ley para medios de comunicación borregos que repitan lo que éste primero dice. Por ejemplo MTV en los 80 y 90 o YouTube en nuestros días.



Tercero y más importante, Bloom dice: «Tenemos que hacer volar al artista y el espectador no debe ver los hilos de los que cuelga». ¿De qué forma? Como se ha año desde hace años, logrando que el público llegue a un estado de Exaltación.

La exaltación, significa básicamente una emoción intensa, un frenesí o fervor. Un ejemplo de esto es lo que se buscaba lograr a través del ritual de una misa, que a la fecha es el objetivo último de los pastores  y líderes de las distintas religiones.

En un extremo cruel la exaltación es una poderosa herrmienta de control de masas,  podemos mencionar lo eficaz que le resultó a  Hitler en la Alemania Nazi.

De ahí la importancia que tiene que los artistas se presenten en vivo y despierten el fervor en la audiencia cautivando la mayor parte de los 5 sentidos. El éxito de un concierto como «The Wall», independientemente de la genial música de Pink Floyd, continúa trayendo éxito a Roger Waters por sus proyecciones en video y los efectos de pirotecnia con los muñecos inflables.

jesus

Así expuesto parece sencillo ¿no? el punto no es saber que se necesita exaltar al público, la gran pregunta que se harán mis colegas músicos e incluso los publicistas cualquiera que fuese su producto.

¿Cómo consigo que mi audiencia se exalte?

Si fuera una cuestión sencilla la Iglesia Católica no estaría en la crisis que ahora vive, una cosa es cierta, el método de proyección del producto/artista debe ser muy original y que refleje directamente las preocupaciones, deseos y esperanzas del público al que se dirige.

Ese es el reto…

 

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