Con información de la Base de datos de canciones Milton (Milton Song Database) científicos españoles analizaron la evolución de la música pop en los últimos 50 años. La base de datos permite que la información, notas y letras, pueda ser computada y analizada a través de algoritmos. Los resultados no son sorprendentes: en los últimos 50 años la música pop se ha vuelto más simple en cuanto a su construcción musical y bastante más potente en su volumen.
Esta noticia de Reuters está hecha para que los mayores puedan decir: la música pop es toda igual. Investigando más la noticia no he podido encontrar ninguna información relativa a dicha base de datos, así que no sabemos que clase de canciones y artistas la integran. Lo que si es que repite una especia de secreto a voces: la música popular es cada vez mas pobre. Supongo que se refiere a la música con mas presencia en la radio en los últimos 50 años; con la que muchos nos iniciamos como escuchas, la de nuestros padres. El efecto de esa perdida de complejidad puede crear un escucha más conformista, menos al tanto de las posibilidades de la música, ignorante de la variada paleta de ritmos posibles. No está de más mencionar el efecto negativo que tiene el incremento de volumen en la salud.
Acaso se trate de un asunto generacional; iniciado con la creación del músico minimalista que se fue dando cuenta que la simplicidad podía funcionar tanto como la complejidad. Es solo una manera de contarlo, pero en algún momento la simplicidad fue perdiendo su gracia y la complejidad se fue haciendo complicada para la mayoría de los escuchas, quienes tal vez ya no tenían la capacidad para comprenderla.
La música se fue haciendo como se hace la mala televisión que inunda las casas desde la mañana: rápida, fácil, tonta, a la medida de un público que nunca exige más. Lo triste de noticias de como esta es que nos dicen que tal vez no exige más, simplemente porque no puede.
Me parece que el problema radica en que la manufactura de la música pop se ha convertido en un proceso industrializado en el que el artista es solo la parte final, el empaque, por decirlo así.
Hace tiempo el diario español El País publicó un texto llamado «Cómo se fabrica un hit». Me llamó la atención el tema de los writing camp, que es algo así como un campamento de productores y escritores en el que las disqueras pagan mucho dinero para que les den un éxito pop garantizado.
Encierran a Dr. Albarn, Will i Am y David Guetta en una mansión de Beverly Hill con muchos millones de dólares de por medio para que les saquen un Hit infalible. Luego, solo es cuestión de elegir a quien se lo dan: Britney, Rihanna, Katy Perry… cualquiera que lo cante es igual, el éxito ya esta garantizado.
Aquí el enlace del artículo que menciono:
http://elpais.com/diario/2011/07/22/tentaciones/1311358972_850215.html
Esos writing camp recuerdan un poco la época dorada de los compositores a mediados del siglo XX. Lo triste me parece es que entonces los compositores usaban diferentes estrategias para lograr un hit y ahora tan sólo basta repetir un patrón ya muy gastado. Y puede seguirse gastando porque la música se vuelve exitosa a través de la publicidad; desde Britney hasta Lana del rey