Muerte y destrucción. Nombre que es final y principio, destino y revolución, desierto y huracán. Nombre que aparentemente no dice nada, pero lo dice todo de una sola vez. ¿Acaso hay un nombre más perfecto y devastador para denominar a una banda de rock?
A partir de esta sugerente nomenglatura, el trio madrileño conformado por Manel, Zutoia y José Carlos, da forma a una tremenda propuesta de rock básico, atemporal y plagado de distorsiones de guitarra con tintes de shoegaze. Las referencias musicales a las que apela la banda son un conjunto variopinto de influencias que van de Dinosaur Jr y The Breeders a cosas tan específicas como The Cure, Fugazi y Sunny Day Real Estate.
A esta geografía musical podrían añadirse ciertos paralelismos con bandas ibéricas como El Columpio Asesino en términos temáticos y potencia interpretativa. Sin embargo, la magia de esta tercia de músicos españoles radica en la fuerza de sus riffs sucios de guitarras, que contrastan con la belleza y potencia de su magnífica vocalista.
Muerte y destrucción vio la luz en 2007. Para el 2008 editan su primera maqueta «Demo 2008», grabada en directo en su local de ensayo con la ayuda del productor Brian Hunt. En 2010, vio la luz «La casa de Fieras», primera producción en forma del conjunto español. Se trata un material musicalmente más diverso que su antecesor y que representa la transición hacía el sonido definitivo del grupo. «La casa de Fieras» fue editado en formato CD y Vinilo, aunque también puede descargarse de forma gratuita en el Bandcamp Oficial de la banda.
En mayo de 2012, Muerte y Destrucción presentó «Cartago», un material producido de forma independiente y que incluye siete canciones compuestas y grabadas a lo largo del año 2011. En esta placa, los madrileños regresan a sus orígenes de ferocidad sonora, entrega pasional y guitarras distorsionadas. Se trata de un material concebido a la vieja usanza, en equipos analógicos y respetando las primeras tomas grabadas en directo.
Canciones como «Darse por muerto» y «Buena esperanza» demuestran que más allá del torbellino de riffs y efectos de pedales que los caracteriza, la banda cuenta con la capacidad de construir letras demoledoras, que abordan las diferentes formas de explorar emociones intensas que se interpretan de una forma distinta según el contexto de cada persona. Otro tema destacado del disco es «El Corazón de las Tinieblas», aproximación musical a la obra literaria de Joseph Conrad. Según la descripción de la banda: «El tema narra una travesía personal por un río del Congo. Musicalmente es una canción con subidas y bajadas al estilo postrock pero llevado a nuestro terreno. Es la canción favorita de Ricardo Cavolo, el diseñador del disco».
Para Resonancia Magazine es un verdadero placer darle espacio y difusión a las buenas propuestas musicales, principalmente a las que revaloran las capacidades musicales de nuestro idioma. He aquí una de esas propuestas que confirman el infinito potencial del rock hispano.
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