Al menos en términos de taquilla, el día más esperado por los fans del Vive Latino fue el sábado 24 de marzo. Al igual que en la edición del 2011, los boletos para la fecha del 24 de marzo de marzo en el Foro Sol se agotaron semanas antes del concierto gracias al regreso de grupos que por su calidad y trayectoria hacen la diferencia, en 2011 fue Caifanes y este 2012 fue Café Tacuva.

Pese a todo, la alineación anunciada para el concierto del sábado fue un mosaico multicolor de distintos géneros musicales. Las incidencias comenzaron a las 2 de la tarde en la carpa intolerante con la presentación del jóven grupo Mal’Akh. La banda mexicana brilló con las distorsiones de guitarra, sus interesantes programaciones y los acentos del sax tenor invitado. lamentablemente, algunos inconvenientes técnico no permitieron que la voz de su vocalista luciera en su verdadera magnitud, pero sin lugar a dudas, su música cósmica y espiritual cautivó al público que fue llegando a la Carpa Intolerante.

Al filo de las 3 de la tarde, la asistencia del público continuaba en aumento. como suele pasar en este tipo de eventos, los primeros en llegar aprovecharon sin problemas los regalos y cortesías de patrocinadores como Dan Up y sus millones de pruebas de degustación, los regalos en los stands de marcas como Vans, Doritos y Sharpie y el Wi Fi gratuito que ofrecieron Cerveza Indio y Medias Noches en sus zonas de descanso.



Mientras la gente se entretenía en los stands del Tianguis del Chopo, la zona de comida y los stands de merchandise oficial d ellas bandas y de las disqueras independientes, en el escenario Indio Blanco se inauguraron las actividades con la presentación de Mamá Pulpa. Cabe destacar que tras varios años de carrera y algunos cambios en sus integrantes originales, el grupo comandado por Alfredo fernández (hermano del talentoso escritor mexicano Bernardo Fernández «BEF») prendió a un nutrido público que coreó sus simpáticos temas «Cada vez que me baño» y «Supermercado».

En el escenario principal del Foro Sol, que este año fue bautizado como el escenario Indio Verde, el grupo Español El Columpio Asesino fue el encargado de convocar a cientos de personas deseosas de cantar temas ampliamente conocidos como «Perlas» y «Toro». Los españoles encendieron a un público que cantó, bailó e inclusó comenzó con la tradición de lanzar por el aire a algunos asistentes valiéndose de la alfombra instalada en el piso del Foro. Cabe destacar que los ibéricos ya habían tenido una buena experiencia como parte del cartel del festival Corona Capital del año pasado, sin embargo la respuesta que lograron del público en esta ocasión fue muy superior, particularmente cuando cerraron con su cover de los Pixies: «Vamos».

A espaldas del escenario principal, la Carpa Dan Up recibía con una nutrida audiencia a la banda chilena Astro. Luego de 2 años de ausencia, los andinos regresaron al Vive para entregar un set cargado de vocalizaciones, estridencias electrónicas y poderosos riffs de guitarra. «Mono tropical» fue la carta de presentación de la banda, que desde el inicio, puso a bailar a los asistentes temas clásicos como «Maestro distorción» «AEO» y «Ciervos». La respuesta del público no pasó por alto entre los integrantes de la banda, que en todo momento se mostraron animados y sonrientes.

Al final del show, el vocalista Andres Nasser agradeció al público y señaló que: «Aunque en Chile nos quieren mucho, aquí en México nos quieren más». El show de Astro provocó una gran expectación entre los músicos asistentes, entre los asistentes, pudimos ver a varios músicos de la talla de Fernando Rivera Calderón, vocalista y líder de Monocordio.

Al tiempo que finalizaba el set de Astro, la Carpa Intolerante recibía la presentación de la banda multicultural Tamales de Chipil. El grupo encendió desde el inicio a un buen grupo de asistentes que en todo momento corearon y bailaron canciones como «Capriccio» que a ritmo de funk, rock con matizes caribeños mantuvieron el ánimo entre los asistentes.

El grupo italo mexicano fue muy buen recibido, y al cierre de su set, el aplauso generalizado y las peticiones de otra canción fueron evidentes.

Mientras tanto, en el escanario Indio verde, la banda argentina Los Caligaris confirmó su importancia entre los seguidores del género Ska, que se contaron por miles y abarrotaron el escenario principal del foro sol. La respuesta del público mexicano literalmente cimbró al Foro Sol cuando la banda originaria de Córdoba, Argentina, interpretó temas como «Quereme así» y «Kilómetros».

Al cierre de Caligaris, la actuación de Napoleón Solo en la carpa Dan Up captó la atención de un público mayoritariamente joven que se reunió para corear temas como «Tiene que acabar» y «Lolaila Carmona». Los españoles fueron otra de las gratas sorpresas del festival gracias a la maestría y profesionalismo que han desarrollado al paso de los años y la versatilidad vocal de su cantante Alonso Díaz, quien alcanza notas agudas potentísimas que ya caracterizan a la banda en temas como «Lolaila Carmona».

Mientras tanto, en la carpa Intolerante, un joven músico baja californiano que no necesita reverberaciones, pedales de efectos y prácticamente ningún acompañante salvo su guitarra acústica ponía de cabeza al público ahí reunido. Si hemos de hablar de confirmaciones durante esta edición del Vive latino, la presentación de Juan Cirerol fue sin duda una de ellas. «El Corrido de Roberto», «Monterrey» y «Vida de perro» fueron temas que pusieron a bailar a un público hipnotizado y contagiado emocionalmente por la energía que Cirerol imprimió sobre el escenario.

A unos metros de distancia, miles de asistentes se congregaron para disfrutar de temas como «Hey Tia» o «El micrófono se ha vuelto un arma de moda», imprescindibles en las presentaciones del Instituto Mexicano del Sonido. Pese a que la respuesta del público fue excepcional, sobre el escenario la interpretación de Camilo Lara fue muy poco destacable. A diferencia de otros frontmans, como el citado Juan Cirerol, la escasa capacidad vocal del cantante y dj es más que evidente al paso de los años. Notas pobres y una nula capacidad pulmonar que evidencía la pobre condición física de Lara fueron la constante durante una presentación en la que los samplers, los loops y los ritmos que, siguen siendo los mismos de hace años sacaron a flote la presentación del IMS.

En constraste, el escenario Indio blanco disfrutó de las tablas de un decano del rock and Roll urbano como Rod Levario. Con un set en el que el humor y las palabras altisonantes en contra de las autoridades nos hicieron recordar los años de represión del rock nacional, Rod Levario ofreció un set bastante divertido que incluyó temas propios y algunos cortes clásicos, como «Chavo de Onda» de El Tri.

Al cierre de la noche, Foster The People, una de las bandas más esperadas de la noche subió al escenario. Los comandados por mark Foster ofrecieron un set con temas de su primera producción «Torches», que pese a la expectación, no terminaron por encender a un público acostumbrado a recibir una carga de intensidad y energía desde el primer tema.

Hasta antes de que comenzaran a sonar temas ampliamente conocidos como «Call it what you want» o «Helena beats» los norteamericanos no habían logrado encender al público, sin embargo los ritmos bailables de la banda angelina terminó por rescatar su presentación y alcanzar una buena nota cuando mRK foster introdujo a un conjunto de Mariachis al escenario que interpretó la introducción de su clásico «Pumped Up Kicks» que literalmente puso de cabeza al público.

Mientras tanto, en el escenario Indio Blanco, el show ecléctico con tintes de cabaret del grupo Descartes a Kant hizo las delicias de los asistentes en las primeras filas, mientras que algunos otros, vencidos por el cansancio, el sol y el exceso de cerveza, miraban el show recostados sobre el césped de la cancha de futbol donde se instaló el escenario.

Quienes aun contaban con energía y actiutud fiestera se reunieron en la carpa Dan Up para bailar al ritmo de las tornamesas de Toy Selectah. Sin duda, el ex integrante de Control Machete se ha convertido en un sinónimo de fiesta y eclecticismo rítmico. Armado tan sólo de sus tornamesas y vinilos, Selectah ofreció un set caracterizado por temas variopintos en los que sampleos a 3ball Monterrey y a grupos como Maldita Vecindad no se hicieron esperar.

A la par, el grupo británico Kassabian preparaba el terreno de un cada vez más abarrotado escenario indio verde para el cierre con Café Tacuva. La banda hizo un recorrido por su discografía en el que cortes como «Fire» y «Processed Beats» fueron de lo más destacado. Mientras que algunos asistentes vibraron con los temas de Kassabian, un tanto más se dedicó a presionar al grupo coreando el estribillo del tema el «baile y el salón», lo qee a todas luces fue una actitud reprobable para quienes si querían disfrutar d ella presentación de Kassabian.

Al filo de las diez de la noche, y una vez concluidas las actividades en los otros escenarios la luz se extinguió en el escenario principal del Foro Sol. El tradicional «Pa pa ra pa pa eu eo» comenzó a sonar a través de la voz de Emmanuel Del Real, pero cuando las luces se encendieron, ni fue el escenario principal el que se iluminó, sino una torre en la parte posteriar del Foro sol en la que el grupo apareció tocando en la parte alta.

Para sorpresa de quienes se instalaron en las gradas posteriores y coraje de quienes soportaron los empujones por horas en las primers filas, Café Tacuva interpretó la primera parte de su set desde ese inusual escenario. temas como «El baile y el salón» y «Eres» conmovieron a un público que en todo momento corearon las canciones d ela banda que ya son del dominio público.

Rubén Albarrán no dejó pasar la ocasión de agradecer al público y dedicar un homenaje a las bandas del rock nacional en un popurrí que incluyó canciones del desaparecido grupo tapatío Porter, Plastilina Mosh, Quiero Club, Kinky y Nortec entre otros.

Para alegría del público en las primeras filas, la banda bajó de su improvisado escenario en la alturas y se enfiló rumbo ala escenario principal para interpretar temas como «Ingrata», «Las Flores», «Cero y Uno» y «La Chica banda».

Entre tema y tema Rubén Albarrán repudió la violencia que vive el país y privilegió la empatía que es capaz de provocar la música, sin dejar de señalar el gusto que representa para Café Tacuva regresar al festival Vive Latino luego de 2 años de ausencia. Temas como «Las persianas», «Déjate caer» y «Chilanga banda fueron de lo más celebrado de la noche, antes de que la banda se retirara del escenario.

Luego de una breve ausencia, Café Tacuva regresó al escenario para ofrecer una peculiar versión de «Charockanrol» de Botellita de Jeréz y cerrar con su clásico «El puñal y el corazón» ante más de 70 mil personas que confirmaron a la banda como uno de los actos con mayor convocatoria en la historia de la música mexicana.

Al final, el Vive Latino podría dividirse entre las consolidaciones de bandas como Café Tacuva, El Columpio Asesino, Lost Acapulco y Caligaris. Las gratas sorpresas de nuevos actos con un futuro promisorio como Carla Morrison, Napoleón Solo, Astro y Juan Cirerol y la decepción de bandas un tanto estancadas como Instituto Mexicano del Sonido y la incursión apresurada de actos nuevos como Foster The People en un escenario de tanta exigencia como el Vive Latino.

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