Richard Hamming (1915-1998) fue un notable científico con grandes aportaciones en áreas como la computación y las telecomunicaciones. ¿Qué coños hace alguien como él en «sonidos marginales»? Hace unos días leí un poco sobre su trabajo y hay algunos aspectos que el Dr. Hamming menciona que pueden aplicarse no sólo al trabajo científico sino también al artístico, administrativo e incluso al estudiantil.
Hamming solía molestar a sus colegas con preguntas como: «¿En qué asunto relevante has estado trabajando el día de hoy?», invito al lector a reflexionar en ésto.
¿Cuántas veces postergamos alguna actividad laboral por otra más agradable o que implique menor esfuerzo ya sea físico o intelectual? Creo que muchas veces más de las que estaríamos dispuestos a confesar.
Ejemplo 1: Tenemos 16 años, estamos realizando un problema de trigonometría cuya solución no es sencilla. ¿Qué hacemos?
- Golpetear la libreta con el lápiz empezamos a recordar la melodía de una rola que sonó en el camino de regreso a casa.
- Pensar en la niña de los ojos bonitos (y tetas grandes) o en su defecto en el chico amable y atlético.
- Levantarse por algo de comer al refrigerador.
Ejemplo 2: Hay que entregar un reporte mensual en el trabajo, normalmente estos son los pasos a seguir:
- Dejarlo olvidado el memo en un recóndito lugar del disco duro y sacarlo tres días antes de la fecha de entrega.
- Checar nuestro correo electrónico a ver si hay algún pendiente importante. A fin y al cabo en muchas empresas no abren las web de las redes sociales, hay que distraerse con el correo del trabajo.
- Maldecir a la vida porque no nos permitió ganar dinero haciendo algo más creativo.
- Ya estoy grande, es demasiado tarde para empezar.
- Eso es para ricos, yo tengo que ganarme el pan para la mesa de mis hijos.
- Se van a reír mis amigos, mejor busco aficiones más «adultas».