Sí, así, en argentino, aquí Fito presenta su nueva producción. ¿Confiamos?
La primera rola, homónima del disco, es tremendamente agradable, al igual que la ¿optimista? «Tiempo al tiempo»; la juguetona «M&M», y hasta la podría-ser-rockera-de-la-vieja-escuela «Nave Espacial». «London Town» se acerca más a la idea de Fito sentado ante su piano, quizá experimentando por aquí y por allá; «Limbo Mambo» suena a pop acústico, pero con el toque letrístico de Páez.
Mientras que «La ley de la vida», recuerda a grabaciones anteriores, «El mundo de hoy» suena a un coqueteo con las baladas rocanroleras (con todas las letras) cincuenteras; sin embargo, a pesar de ser una canción divertida, no es un punto alto del disco. Asimismo, la historia del japonés en «Saliendo de tu prisión» y las mordidas de «En el baño de un hotel» no son de lo mejor.
«Fuera de control», con su spanglish y a pesar de su simpleza, levanta al disco de nuevo, dejándonos con la rola final, «Desaluz», que comete el pecado de ser un closing… simplemente, equis.
Quizá emocione a algunos y a otros decepcione. Pero por lo pronto, Fito está de vuelta.