«El conocimiento es libre. Somos Anonymous. Somos Legión. No perdonamos. No olvidamos. ¡Esperanos!»
Los rostros cubiertos con las mascaras de Guy Fawkes, un anarquista, conspirador católico inglés, quien trato de poner una bomba bajo los cimientos del Parlamento Británico a fin de asesinar al Rey Jacobo I en 1605, es su símbolo, es el rostro de V, el personaje vuelto a la actualidad por la novela gráfica V for Vendetta de Alan Moore y la película del 2006 con mismo titulo, dirigida por James McTeigue con el respaldo de The Wachoswki Brothers.
Se autodenominan ciberactivistas, con un numero de integrantes indeterminado, convirtiéndose en un movimiento internacional sin pertenencia o filiación a ningún partido o corriente política, dentro del cual no hay líderes, donde todos son iguales. Declararon la guerra contra los que atacan la libertad de expresión y los derechos de las personas, haciendo suyas las causas de los ciudadanos, llamando a la reflexión a gobiernos y empresas.
Mantienen dos frentes de batalla uno es Operation Payback, que se basaba en la lucha por la defensa incondicional por la libertad en Internet, sus esfuerzos se centran directamente contra RIAA, Asociación de la Industria Discográfica y la MPAA, Asociación de la Industria Cinematográfica, ambas de Estados Unidos. Y la segunda es Operation Freedom, que engloba todas las acciones en la lucha contra la opresión y la libertad de expresión de los ciudadanos comunes y corrientes.
Toman acciones a modo de protesta desde el 2008, en la lucha contra la secta de La Iglesia de la Cienciología, que fue lo primero que unió a todos estos ciberactivistas, que no les gusta la pseudociencia, ni las religiones. Afirmando que la tecnología debe servir para expandir el conocimiento, no para controlar las mentes.
Pero es en el 2010 cuando saltan a los medios de comunicación, con el caso WikiLeaks, la organización mediática Internacional que publica documentos con información secreta de interés público, filtraciones que recientemente destaparon la corrupción y maniobras oscuras de la diplomacia norteamericana y de diversos gobiernos del planeta. El sitio que representa como pocas organizaciones los valores en los que creen los Anonymous, y la defensa de Julian Assange (fundador del sitio web) realizando operaciones de ataques de denegación del servicio (consistente en lanzar numerosas peticiones a un servidor que aloja la página web, de forma que el servicio de hosting no puede soportar la carga de peticiones, se satura y queda suspendido el mismo, volviéndose inaccesible para los usuarios reales) contra gigantes como VISA, MASTERCARD, Amazon y PayPal.
Anonymous es el reflejo directo del nuevo mundo en el que vivimos y nace con ésta revolución digital, una legión de jóvenes que se moviliza en la red, que luchan por la transparencia, la libertad de expresión y los derechos humanos, que no comparten la dialéctica de derecha-izquierda, anunciando que la lucha contra la corrupción en los Gobiernos de cualquiera de esas corrientes que ostente el poder, seguirá al servicio de grandes empresas, bancos etcétera, que son el verdadero poder que con cinismo, oculta, corrompe, acentuando la injusticia de los que menos tienen, que son la inmensa mayoría de seres humanos que habitan este planeta.
Suman un gran colectivo cuya cifra es difícil de estimar ya que desconfían de periodistas y medios de comunicación tradicionales, ya que consideran que ayudan a que se mantenga el status quo, además de que no cuentan con portavoz y cualquiera que intente destacar de entre ellos es automáticamente rechazado por toda la comunidad Anonymous.
Cualquiera puede formar parte de Anonymous, según investigaciones de los diarios The Guardian y El País, no todos los miembros son hackers (la gente que administra los servidores de IRC y el resto de las redes de comunicaciones encriptadas, o los que programan LOIC y las herramientas de ataques) estos son una minoría.
En la gran mayoría de miembros de este movimiento de conciencia online, existen diversos niveles de compromiso e inicia con los que apoyan las iniciativas en Twitter y Facebook, aunque recientemente las anteriores redes sociales y Google+ cancelaron las cuentas relacionadas al grupo Anonymous. La reacción del grupo fue crear su propia red social, llamada Anon Plus, que demuestra que se trata de gente con motivación para el activismo digital que se suman a conversaciones online en sitios como (whyweprotest.net ) o la red de chat conocida como IRC AnonOps, donde progresivamente se van poniendo de acuerdo sobre una idea hasta llegan a un consenso indicando cual es el siguiente objetivo y contra quién será es próximo ataque, pero son sobre todo gente independiente, que responde a una ideología común y que participa de cada acción particular de acuerdo a si coincide o no con sus convicciones.
Ésta gran mayoría de ciberactivistas son los mismos que ponen sus computadoras al servicio de los ataques a sitios webs, descargando el dispositivo que permite que su computadora sea cautiva y pueda ser parte de los llamados DDoS, o ataques distribuidos de denegación de servicio, con el programa llamado Low Orbit Ion Cannon (LOIC), que es normalmente usado para medir la cantidad de peticiones que una red puede atender antes de detener su funcionamiento por exceso de tráfico.
Y existen los más comprometidos, los que participan saliendo a la calle protestando y con acciones reales como, por ejemplo, la Operación Paperstorm (distribución de folletos, flyers, pintas callejeras) o los mas aguerridos que se concentran en (whywefight.net) y se hacen llamar “soldados de la ciberguerra” pero con un punto muy claro: “No se debe utilizar la violencia en ningún caso. Cualquier miembro que propusiera utilizar la violencia sería rechazado por el grupo”.
La lucha, que se prolongó sin duda en el 2011, sigue buscando la honestidad y transparencia en los gobiernos, para lograr con educación y tolerancia, una sociedad sustentable con una informada red de conocimiento, con paz y respeto. No hay limites ni fronteras para Anonymous. Cualquier ataque a los derechos humanos, cualquier intento de censura a la libertad de expresión en la Red, se produzca donde se produzca, será castigado por ellos con las armas que tienen a su alcance y de eso Internet les proporcionaría la tecnología.
Eddy Govea– Hombre silencioso que opta por el bajo perfil, ávido devorador de imágenes, palabras y sonidos. Ganador del premio “¡ah jijo! ¿yo escribí eso?” Twitter: @eddygovea
Jonathan Villicaña
Un claro ejemplo de la lucha ciudadana contra la criptocracia.