Por David Ovando / @davidovando23
Sin duda alguna, la hermana República de Chile ha tenido una presencia constante, notoria, fundamental, sustanciosa, diversa y al final importante para la escena musical en toda América Latina, y si de hablar de sonidos contemporáneos o bien de todas sus múltiples mutaciones que giran en torno a éstos, tendrían el mismo o más número de adjetivos para entender lo que el país del cono sur ha proporcionado como legado incondicional para el mundo.
Javiera Mena resalta con luz propia entre esa ola de propuestas, ya que se ha posicionado dentro del gusto de la gente haciendo de su música, la pasión con la que predica como bandera. Lo que se dice no es de a “grapa” pues con solo dos discos dentro de su carrera se ha colgado a toda la comunidad de chavales de menos de veinte años debido al discurso que maneja en su opera prima Esquemas Juveniles del 2006.
En 2010 nos entregó una de esas obras que se pueden catalogar como imperdibles: Mena editado en esa ocasión bajo Unión del sur, sello discográfico propio en coautoría del productor Cristian Heyne, quien precisamente trabajo en Mena bajo el gafete de productor. Dicho álbum la catapultó a los ojos si no de todo el mundo, al menos a tres cuartas partes de él. La reacción es inmediata y se empieza a tomar como una obra a la que hay que exprimirle lo mejor de los sintetizadores del pop ochentero en habla hispana, combinado con las letras pegajosas que sin duda alguna transmiten estados de ánimo muy diversos. En resumen, un álbum en vías de un mejor entendimiento del contexto musical con un sazón de madurez.
Actualmente, Javiera posee un séquito de seguidores tan diversos que van desde los clásicos nostálgicos que juegan a recordar los tiempos de Mecano, hasta un público más clavado en las ondas vanguardistas, sin dejar pasar a un gran número de militantes de la comunidad lésbico-gay debido a su postura a favor de la diversidad sexual ( que insisto, no debería de ser un tema, pero que no se debe dejar de lado si lo que se quiere es que vengan nuevos tiempos de apertura) pero que han causado un pequeño shock dentro de las delimitaciones de su país.
La chica sudamericana actualmente sigue promocionando su más reciente material, para muestra el video de Luz de Piedra de Luna cuarto sencillo del álbum. Tal es la contundencia de su trabajo que le ha valido compartir escenario con los noruegos Kings of Covenience, esto último tiene una lógica sencilla pues sabemos que los Kings son de esas bandas que les encanta presentarse en vivo con ensambles principalmente de cuerdas, tomando en cuenta esto, Javiera participó con adaptaciones acústicas sencillas pero encantadoras de su primer álbum. ¿Y Que les podemos decir del vive latino? Pues que casi le perteneció a ella.
