Por Iris Atma / @IrisAtma
“En la Plaza de Armas de Querétaro nunca se había visto un escenario así”, ese es el rumor de la gente que asiste al festival internacional siguienteescena. Lo cierto es que durante los días del festival, este escenario se ha llenado de circo, danza, música, video y mucha buena vibra. Uno de los artistas del “negocio” del circo es Humberto Rosso, personaje italiano, interpretado por el buen Santi, Santiago.
Rosso pide a una chica que del público que lo envuelva con plástico adherible y luego lo rodee con una gruesa y larga cuerda de plástico amarillo. El divertido malabarista se mofa de su peculiar encierro, y se libera bailando y haciendo reír a la concurrencia. Acto seguido, le llama el tío Genaro, para que haga un acto espectacular. Clavas con fuego, y la imagen del actor proyecta en un video enmarcado en flamas, hacen la delicia del público.
Santiago, originario de Argentina, personifica a un italiano para su número en México. Esta interculturalidad es cada vez más moneda común en las artes escénicas. Es interesante recordar, sin embargo, que en Argentina se dio una variante del Circo denominada “circo criollo”, entre 1840 y 1866 en los alrededores de Buenos Aires, que difundió el género gauchesco a través de danzas y canciones.
El circo es una noble empresa que inicia prácticamente desde que el hombre inicia su cultura, porque nos gusta ser felices, y nos inventamos la forma de repetir las sonrisas.
La Última Tentación de Rosso (Santi Mutante)
Artista: Santiago Manuel
Malabares / Argentina


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