Estimados lectores, los convido amablemente a echar una mirada a la imagen aquí adjunta:
La tomé de un artículo del periódico inglés The Guardian en el cual se habla de las ganancias de los artistas a través de los servicios de streaming. Aquí está el cómodo enlace para que lo vean completo y además practiquen su inglés.
Quiero de ahí destacar un hecho: Para que un artista pueda ganar US$1260, necesitan que su tema se descargue en ITunes 1826 veces al mes.
Sin duda Taylor Swift, Justin Bieber o el recién fallecido Prince tienen altas probabilidades de conseguir o quizás rebasar las 1826 descargas. Pero, ¿qué hay de los artistas independientes que gustosos miran las carátulas de sus discos pensando que por fin les hará justicia la revolución?
No quiero exhibir a mis colegas, así que un servidor se usará de ejemplo. Promedio recibe US$15.00 anuales en descargas de música, o sea $1.25 al mes. Si ITunes paga $0.69 por descarga quiere decir que las rolas que tienen que ver con Eslabon, Franco-Sampedro, Linksonus y un par de artistas más a quienes hago favor de distribuir su material suman 1.8, o sea se descargan una o a veces dos de sus canciones por mes.
Estarán de acuerdo conmigo que no es en absoluto un negocio rentable. Estoy dispuesto a apostar que la situación de los colegas independientes que venden su música en éstas plataformas no es muy diferente a la de un servidor.
Ahora bien, ¿Es justo? Lógicamente no. ¿Es necesario? Creo que sí. Espero alguien por ahí discuta esta postura pero yo considero una necesidad el estar en esas plataformas por dos razones: Portabilidad y Medio masivo para reproducción de música.
Portabilidad: Nos guste o no, los medio físicos para oír música como las USB o los CD son cada vez más escasos, éste último no tarda en ser inexistente.
Reproductor masivo de música: Se habrán dado cuenta que ahora es menor el número de personas que escucha música por AM/FM, incluso en un estéreo. Mucha gente oye música desde sus teléfonos, tabletas o computadoras. Además la tendencia es buscarlas directamente como videos en YouTube o usar servicios de streaming como Spotify o Apple Music.
Es por éstas mismas razones que yo sigo preguntando a los colegas si vale la pena seguir haciendo discos físicos. Si le regalo mi CD a alguien en una tocada es probable que nunca llegue a salir de su caja. Es más práctico decir por el micrófono: «Estamos en su servicio de streaming favorito».
Nos guste o no, si quieren hacer llegar su música al público, ya no digan a una audiencia masiva, a sus propios amigos, familiares o compañeros de oficina la opción más sencilla es por streaming.
No me encanta la idea pero también reconozco que no me hice músico para ganar dinero. Aún así no estoy peleado con tener una remuneración justa por mi trabajo musical, si alguien tiene una idea para generar dinero a través de la música, lo invito a exponerla aquí abajo.
Nos leemos en quince.
Es un tema complejo. Te faltó el tema de las ediciones de autor de discos de vinilo. Discos bellísimos como objeto, pero que incluso entre los grandes artistas, terminan siendo un objeto de ornato que poco aporta como medio de difusión. El problema es que por sí misma, la difusión no es suficiente para un creador, al igual que los medios independientes monetizan sus espacio y contenidos en cuanta opción se ponga enfrente, los artistas necesitan de estas herramientas de comercialización por mínimas que sean sus ganancias.