Los escritores de ciencia ficción tienen un lugar especial en su corazón para los universos paralelos, para ellos la Teoría de Multiverso no sólo es alucinante, es algo no sólo probable, es un hecho cuando se toma a su extremo. En ella se afirma que hay un número infinito de universos que componen toda la realidad física, nuestro mundo es uno de muchos dentro de un conjunto de burbujas membranosas, dentro de un número infinito de otras burbujas que existen e interactúan a sólo unos milímetros.
La ciencia ficción nos ha mostrado atisbos de esos mundos, sin embargo la realidad actual demuestra que todos vivimos en esos mundos paralelos, sumergidos en nuestras burbujas individuales que se rozan con burbujas reales y virtuales. Frotamos nuestros hombros con infinidad de versiones de nosotros mismos en mundos alternos, que algunas veces convergen en un mismo sitio, y a pesar del individualismo que implica tener una vida en línea, nuestros universos colisionan gracias a los esfuerzos de algunos por crear actividades para disfrutar en conjunto, aunque estemos en espacios y tiempos diferentes.
En los últimos meses hemos visto muchos de esos esfuerzos que colisionan burbujas y que recuerdan un poco a los eventos PPV de la televisión por cable de los años 90, sin embargo ya estamos en otro nivel. Aunque Second Life creó hace unos años una experiencia multijugador masiva con cientos de avatares bailando en medio de una audiencia igualmente virtual, la mayoría de los eventos de participación global no han pasado del hecho de disfrutar mucha música en vivo sin boleto y desde el sofá, la silla del escritorio y a veces desde la cama.
Para algunos el buffering todavía es un impedimento y sabemos que la verdadera energía de un concierto es estar ahí, sentir ese estado mental de unión masiva, algo que no se puede capturar desde la pantalla de la computadora o de la televisión, pero ya estamos en ese camino donde las burbujas se unen en la virtualidad. Desde los conciertos Live 8 en 2005 la calidad y la velocidad del streaming han mejorado mucho, sólo recuerden la experiencia en alta definición que fue la transmisión en vivo de U2 360° en el Rose Bowl a través de YouTube a finales del año pasado, los maratónicos conciertos del SXSW de este año en Ustream y la paciente espera para ver la presentación de The Dead Weather a través de MySpace ésta misma semana.
Tribeca tal vez brindó el acceso al evento masivo y se ganó muchas criticas por propiciar la adopción de la computadora en lugar de promover proyecciones en los lugares habituales, sin embargo no ha sido la mejor colisión de burbujas virtuales hasta el momento, las más emocionantes y enriquecedoras han llegado de forma gratuita a través de SnagFilms y Spike Jonze, quienes proponen esa unión en diferentes puntos del planeta. El sitio además de brindar cientos de documentales te da la oportunidad de organizar una proyección de grupo, lo mismo sucede con Jonze y su corto I’m Here al brindarte la opción individual y la experiencia de cine.
A diferencia de SnagFilms que te brinda un código para pegarlo en tu sitio y organizar tus propias proyecciones, I’m Here te mantiene en la misma página, pero te permite invitar a amigos de Facebook, llegar hasta la taquilla virtual para recoger tu gafete de entrada (al mismo tiempo ves los accesos de las personas que aceptaron tu invitación), recorr la fila al interior del cine (tus amigos de hecho ya tienen asignados sus lugares) y poder hacer comentarios en tiempo real en FB, tal y como si estuvieras compartiendo el espacio… aunque de forma virtual.