El Aleph

«Once jugadores contra otros once jugadores, corriendo detrás de una pelota no son especialmente hermosos» Jorge Luis Borges.
Si Borges no hubiese sido el gran escritor y pensador que fue, probablemente hubiera organizado una revolución o golpe de estado contra la FIFA. Con lo que pasaría a ser de uno de los argentinos más reconocidos y admirados en el mundo al villano más grande del orbe. Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899) era hasta el día de hoy, quizá, el único argentino que aborrecía el fútbol, deporte y religión del país sudamericano.
Hoy, un día digno de recordar al gran maese, tras la humillación de la que fue víctima en la cancha la soberbia albiceleste, que toparon con pared teutona en un encuentro en el que fueron borrados de la cancha con todo y Maradona. Y hacemos memoria… y llega a la psique.. inunda nuestros ojos la belleza de las letras que con una auténtica mano de dios escribió El Aleph, libro de cuentos publicado por primera vez en el lejano 1949. Repleto de exquisita filosofía y temáticas que atraviesan y se incrustan en la reflexión.
Inspirado por un caleidoscopio, uno de esos artefactos que distorsionan la realidad, Borges imaginaba que a través de él se podía observar el universo de un sólo vistazo. Eso es El Aleph, un artefacto en el que se puede ver todo lugar, en todos los tiempos, en un sólo momento. La historia gira en torno a Borges, protagonista del cuento, que ha encontrado el punto donde el todo coincide y uno tiene el palco reservado sólo para dios.

La muerte de Beatriz Viterbo es el punto de partida para la narración, su rivalidad con Daneri, escritor que se hace de las palmas en el mundo literario pero de calidad dudosa, y que tuvo éxito con Beatriz, amor imposible para nuestro protagonista.

La historia se va hilando, hasta que Daneri descubre El Aleph en el sótano de la casa vieja de Beatriz. Borges describe a la perfección el mundo en una sola mirada, por más difícil que esto parezca. Y así, Jorge Luis, el gran escritor, nos enseña como se ve, desde los ojos que lo ven todo, a través de lo que puede verse como un escrito existencialista, hasta estudiarse desde el punto de vista de la mentada aldea global.



El resto de los relatos que completan la obra son de alta manufactura: El Inmortal, El Muerto, Los Teólogos, Historia del Guerrero y de la Cautiva, Biografía de Tadeo Isidoro Cruz (1829-1874), Emma Zunz, La Casa de Asterión, La Otra Muerte, Deutsches Requiem, La Busca de Averroes, El Zahir, La Escritura del Dios, Abenjacál el Bojarí Muerto en su Laberinto, Los Dos Reyes y los Dos Laberintos, La Espera, El Hombre en el Umbral.
Borges es un clásico ya para la literatura universal, y con El Aleph, cuento que el describe como el mejor que escribió, alcanza la cumbre que Nobel no supo valorar, pero nosotros sí. La verdadera mano del Dios argentino era de Borges, no de un plebeyo con ínfulas de grandeza.
El Aleph
Jorge Luis Borges
Editorial Emecé
Buenos Aires, 2004

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