La única forma de empezar es habiendo terminado lo otro primero. Estancarse es renunciar a la libertad de la que no debemos desprendernos, escapar a la zona de comfort es una actitud rebelde y apreciada por el que valora ese bien intangible. El final anuncia el comienzo; es la historia de La Tumba, en el nombre lleva la principal ironía: primera novela del movimiento de la litertatura mexicana de la onda.
Publicada en 1964 por el escritor mexicano José Agustín (Acapulco, 1944), que a sus escasos 20 años desafió las normas impuestas por un círculo «intelectual» que se cerraba y se crecía entre zalamería esnob y poesía digna de algún hit pop actual. Con La Tumba, Monsiváis mostró intolerancia, Paz y Poniatowska encontraron la oposición con la que su «izquierda» no contaba, mientras los impulsores Sainz, Parménides García y el propio José Agustín, cosechaban los frutos.
La Tumba es sobre Gabriel Guía, un adolescente que sufre de un madrazo todos los contratiempos con los que la edad viene acompañada. Es sobre un adolescente que vivió lo beligerante del sexo y del amor demasiado pronto. Es sobre incesto y sobre las decisiones que un joven aprende a tomar sobre la marcha, es sobre muerte y probablemente sobre las múltiples veces que nos matamos y nos reinventamos.
Con un lenguaje coloquial y un estilo marca registrada de José Agustín, La Tumba, un nuevo comienzo para la literatura mexicana, con la influencia de la generación beat, que al unísono «sexo, drogas y rock and roll» refrescaron y ofrecieron una alternativa a la altura de una juventud con hambre de revolución.
La Tumba
José Agustín
Editorial Debolsillo
México, 2008