Por: Marianna Stephania / @geminiac
El pasado mes de marzo salió a la venta La ciencia de los cínicos, primer libro del diseñador y publicista Eduardo Salles, conocido por su blog Cinismo Ilustrado, así como por su actividad en redes sociales. Para conocer un poco más sobre este proyecto, la editorial Aguilar invitó a Resonancia Magazine a charlar con el autor.
Antes de estudiar ciencias de la comunicación querías ser escritor. En tus ilustraciones suele haber referencias a escritores y obras literarias. ¿Podrías comentar tu relación con la literatura?
Sí quise ser en algún momento escritor, pero la verdad fue más por inercia que por otra cosa, hubo un momento en mi vida en el que empecé a escribir y la verdad es que me empezó a ir muy bien, yo no entendía por qué. Además tampoco mi escritura era la gran cosa, pero la realidad es que empecé a ganar varios concursos literarios, de hecho gané una beca de la Fundación de las Letras Mexicanas o la Fundación de las Letras… ya no me acuerdo cómo se llama. Todo parecía indicar que iba a acabar siendo escritor y además decía bueno, está funcionando, voy bien, no me cuesta trabajo y todo se iba perfilando para eso. Pero después me pareció que el mundo literario, dentro de lo libre que pueda ser, es muy cuadrado, el formato del libro es todavía muy cerrado y me parece que a veces puede ser muy pequeño para una idea.
No es demérito de la literatura, me encanta escribir y todo, lo que quiero decir es que me gusta jugar con los formatos y hacer cosas que no dependan de algo tan encajonado como escribir. Entonces ahora que ya tengo mi libro, no lo veo como un libro literario ni como literatura, lo veo como un objeto, como un formato que fue la mejor forma para bajar este concepto que es la ciencia de los cínicos.
¿Cómo surgió la idea de La ciencia de los cínicos?
Siempre me ha gustado mucho la ciencia y todo lo que hay alrededor, no soy científico pero me gusta mucho. Además, ya había sacado en el sitio ciertas aproximaciones como el teorema del tacón o el plano cartesiano de la tolerancia entonces dije “esto da para más, hasta podría dar para un libro”, bajo la premisa de si la materia o la energía tienen su propia ciencia, por qué no la vida cotidiana. Me llamó mucho la atención porque además pensé que podría prestarse mucho al humor involuntario y a generar toda una ciencia ficticia alrededor de la vida cotidiana.
¿Qué elementos encontraste en el formato del libro que te agradó más respecto al formato de blog que siempre has manejado?
Lo que más me ayudó es que tenía un concepto claro. El blog generalmente es de lo que sea, de lo que se me vaya ocurriendo, por lo que no tengo mucha disciplina. Voy de todos los temas, todos los formatos, todos los estilos y es muy random, lo cual es muy bueno pero también se dificulta porque soy tan libre de hablar de lo que sea, que a veces es y ahora de qué hablo o cómo lo digo. En cambio cuando tienes un concepto tan claro como lo pone el libro, que era juntar ciencia con ilustración, el cinismo y el humor entendí que, aunque podía hablar de cualquier tema, tenía que hacerlo mediante esos códigos “científicos” y eso me ayudó mucho a encontrar más rápido avenidas, fórmulas y maneras de tratar los temas.
En el libro mencionas que va a haber una segunda edición con los comentarios de las personas que quieran debatir tus teorías ¿Cómo te ha resultado eso? ¿Ha habido debate?
No he checado aún. Algo que yo tengo bien claro y que ocurre mucho es que es muy difícil hacer una trasformación físico-digital, generalmente cuando ves un material que dice “métete al sitio tal” las personas no lo hacen. Hacer la transición de un medio físico a un medio digital cuesta mucho trabajo, lo cual no ocurre de digital a digital, si yo publicara las teorías en línea obviamente se llenarían los comentarios y los debates. Primero me gusta la premisa de decir que tú puedes hacerlo, si lo haces o no ya es otra cosa y quedará en otra historia; pero tú tienes la posibilidad de hacerlo y si lo haces el debate puede ser interesante. No me he metido a ver si alguien ya ha debatido alguna teoría, tengo que hacerlo y si sí, mi primera intención es meterme en el personaje de un científico cínico y decir: “Bueno, sí, pero según las últimas teorías de Morgendorffer…” Pero si el debate se volviera algo fructífero y alguien dijera que la inversa proporcional de una tangente no es superior, es inferior y es algo real, en la próxima edición estará hacia abajo y le voy a dar la nota al pie de página y a decir: “Esta fue una anotación hecha por tal usuario”. Me gusta pensar que más que un libro es como un objeto beta que en cada edición se va a ir mejorando.
¿Existe o no el Premio Diógenes?
La verdad si me dedicara a esto cien por ciento, si tuviera el tiempo, sí lo haría, un premio, la convención. El sábado voy a ir a Querétaro a dar una plática, hay una teoría en el libro que está clausurada, está vetada, que es La teoría de la felicidad y justamente está así porque es la única teoría que puedes descubrir yendo a la plática. La plática del congreso es revelar esa fórmula y hablar de ella bajo el diseño y la publicidad, cómo se aplica esa forma al congreso. Me gusta que sea un libro transmedia que tiene cosas que se van amplificando en otras partes.
¿Se va a traducir el libro?
Lo que sí está seguro es que se va a vender en España, en Colombia y sigo presionando para que se venda en Argentina que es curiosamente donde más lo están pidiendo. A mí me gustaría que la traducción sea al inglés, creo que saltando al inglés es la prueba de fuego de ver si el libro se vuelve internacional o se queda en Hispanoamérica. Hay una intención de mi parte de que el libro llegue al inglés y que llegue a Estados Unidos.
Todos los miembros de la Academia Cínica son personajes ficticios salvo tú. ¿Quieres hacer de Salles también un personaje ficcional o por qué te colocas entre éstos?
Está ahí porque mi libro tiene mi nombre y trato de hacer lo más lógico posible el microuniverso, por eso mi pensamiento era ¿Por qué alguien que no es miembro de la academia está escribiendo un libro de ella? Por eso la solución era que un miembro de la misma academia lo justificara, fue más para encontrar esta lógica que el hecho de yo considerarme un personaje ficticio. Soy el único personaje real que está ahí y fue encontrarle coherencia al discurso y que tuviera lógica y que no saliera el gordo de los cómics diciendo: “¿Pero cómo es posible que el autor no sea miembro de la academia?” y como en mi interior yo soy un gordo de cómic, siempre pienso como él e intento encontrar la manera de que los gordos de cómic se sientan satisfechos.
¿Seguirá existiendo Cinismo Ilustrado después de La ciencia de los cínicos?
Sí. Lo que me encanta del sitio es que como no nació con ninguna temática y no es ningún cómic, no tiene ni personajes, ni un universo creado, yo puedo hacer de ese sitio lo que quiera. Si el día de mañana quiero que Cinismo Ilustrado sean puras infografías y si después quiero que sean manuales de identidad o un manual gráfico para cosas puede serlo. Creo que no varía mucho, más bien lo que me sirve del sitio es ir explorando nuevos conceptos y cuando vea que uno jala, tal vez diga, ah, este concepto puede dar para un nuevo libro. Yo veo más a Cinismo Ilustrado como mi laboratorio de conceptos, donde los pongo a prueba y dependiendo de si jalan o no, ya puedo tomar la decisión de hacerlo libro.
Foto: La Nación
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