El pasado 30 de agosto de 2015, falleció en su residencia de Nueva York el escritor y neurólogo británico Oliver Sacks, famoso por sus investigaciones en torno a la estrecha relación entre la música y las funciones cerebrales. Sacks murió a los 82 años a causa de un melanoma canceroso en su ojo izquierdo, enfermedad que abordó en su último libro «The Minds Eye» (2012).
La obra central del Dr Sacks aborda en sus investigaciones en torno a la relación entre la música y las emociones, particularmente en los efectos de la música en ciertas áreas del cerebro asociadas a la memoria y la sensibilidad. En «Awakenings» (1973) Sacks demostró que dichos estímulos son capaces de “despertar” a pacientes aislados física y mentalmente por patologías psicomotrices y estados demenciales.
Las investigaciones de Sacks relatadas en «Awakenings» fue reconocida internacionalmente, incluso se llevó a la pantalla en un versión cinematográfica en la que Robin Williams interpretó al Dr Sacks y Robert De Niro a uno de sus pacientes.
En su último libro, “Musicofilia” (Anagrama 2009) Sacks señala la posibilidad de que la música clásica pueda tener efectos terapéuticos en personas incapacitadas para experimentar sentimientos. En una entrevista para el diario español El País, el Dr. Sacks comentó: “La música clásica produce estados de ánimo muy intensos, es capaz de producir emociones profundísimas”.
Según Sacks, la mayoría de los pacientes que superan un estado de coma o que sufren alguna lesión en los lóbulos frontales o en los sistemas subcorticales del cerebro son incapaces de volver a experimentar lo que comúnmente conocemos como “emociones”.
Los pacientes con esta afección post-traumática dejan de interesarse por su entorno, nada los conmueve, son incapaces de describir si son felices o infelices y tienden a perder la percepción entre lo bueno y lo malo.
De entre todos los casos de estudio que retrata el libro, el Dr. Sacks recuerda uno que lo conmovió de manera definitiva para escribir este libro: “El de Harry, cuyo cerebro resultó dañado tras un accidente de bicicleta que lo hizo entrar en un coma. Salió del mismo incapacitado para cualquier emoción, excepto cuando escuchaba música. Entonces su rostro se llenaba de gozo y lloraba de alegría. Con anterioridad había visto casos similares en autistas, a quienes la música despertaba emociones y les dotaba de la capacidad de moverse y articular palabras”.
Otro caso relatado en el libro es el de un motociclista sin talentos para la música que, a raiz de un accidente en carretera en el que un rayo lo alcanzó durante una tormenta, desarrolló una habilidad inexplicable para tocar el piano. Seguramente el dr Sacks encontró muchos paralelismos con este caso, ya que durante su juventud fue un entusiasta motociclista viajero.
Pero, ¿Esta propiedad sanadora es exclusiva de la música clásica? ¿Qué pasa con el rock y otros ritmos menos cultos? “Podría ser que también ayudaría al enfermo, reconozco mi ignorancia al respecto. Lo que sí sé es que ello significaría un sacrificio de la melodía en beneficio del ritmo. Aunque provoca una respuesta muy primaria, el ritmo es exclusivo de los seres humanos, no ves a los chimpancés bailar. Dudo que posea la narratividad y el poder emocional de la melodía. Una canción pop es capaz de rompernos el corazón, pero desconozco si pueda sernos de alguna ayuda”. Señaló Sacks.
Definido como un autor tremendamente influenciado por Dickens y Sir Conan Arthur Doyle “pues encuentro que las historias médicas tienen muchos vínculos con las historias detectivescas” el Dr. Sacks revela en «Musicofilia» muchas hipótesis sustentadas en casos de estudio reales y con fundamentos científicos, pero abordados con un estilo narrativo fluido, sencillo y muy accesible para el lector poco versado en temas médicos.
La obra de Sacks puede equipararse en el ramo psicológico a la obra de divulgación de escritores tan prolíficos como Carl Sagan. Pese a contar con estilo narrativo entrañable, el Dr Sacks nunca escribió temas de ficción: “Sería incapaz de escribir una novela, ni he tenido nunca el menor interés. Ahora apenas leo ficción, me limito a las memorias y las biografías”.
Musicofilia es una d elas obras más accesibles de Olvier Sacks, un libro esencial en el que tras el material divulgatorio puede percibirse a un autor profundamente animado al escribir sobre las dos pasiones que movieron su vida y obra: La ciencia y la música.