Por Enrique Dorantes
Del orgullo de las letras mexicanas, José Emilio Pacheco (Premio Nacional de Lingüistica y Literatura, 1992; Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, 2001; Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo, 2003; XVIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana; 2009; Premio Cervantes, 2009), el relato corto Las batallas en el desierto, publicada por primera vez en 1981, es una de las obras más vendidas, leídas, criticadas y reconocidas del escritor, gracias a la agilidad de prosa que maravilla por la complejidad de los temas que aborda la novela.
El mundo al que nos invita Pacheco nos sitúa en la colonia Roma de la Ciudad de México en el ’48. Es aquí donde el pequeño Carlos vive una infancia como la de cualquier niño en el tiempo y espacio mencionado; con una excepción, la precocidad de nuestro héroe lo llevará a sentir un amor platónico por Mariana, la madre de su amigo Jim.
Pero Carlos tiene presente que el acercamiento con Mariana es cosa imposible. Pero ¿Qué debe hacer? «¿Buscar a una niña de mi edad? Pero a mi edad nadie puede buscar a ninguna niña. Lo único que puede es enamorarse en secreto, en silencio, como yo de Mariana. Enamorarse sabiendo que todo está perdido y no hay ninguna esperanza».
El autor nos hará cómplices del dilema existencial del pequeño Carlos; y esto debe ser leído por todos, porque fue el madrazo que todos vivimos en la niñez: el del amor inconcebible, incompredindo, intolerado.
Golpeado por su situación, Carlos escapa un día de la escuela para ir a declararle su amor a la señora Mariana. Guapa y cariñosa como siempre ha sido con él, se ve en la necesidad de rechazar al chico. Después de esto sigue la visita al psicologo, al cura para confesarse, porque los padres de Carlos imaginan que el problema no es sentimental sino sólo mental.
Así es como la trama principal se desenvuelve. El final es trágico para todos los que acompañamos a Carlos en éste viaje, pero el retrato de Pacheco es para las memorias de las letras mexicanas. El México que también vivió el racismo hasta en las escuelas, la crisis económica que también afectó al país ante los conflictos bélicos, la mezcolanza de clases, colores, culturas que el país comenzaba a observar en sus zonas céntricas. El ingreso de las trasnacionales y la influencia gringa en la sociedad mexicana son parte del contexto histórico que nos plantea José Emilio en ésta soberbia narración en primera persona.
Al final la duda queda sembrada en el lector: ¿De verdad Mariana fue parte de la realidad de Carlos, o es sólo un inolvidable dibujo, creación de la genialidad de un niño y aquél entorno que nos lleva de pequeños a querer ser parte del mundo de los grandes?
No es un autor que se deba de recomendar, es un autor que cada quien debe descubrir. Y en las escuelas de periodismo, filosofía y letras es un ejemplo de la escritura sencilla, clara y hermosa. Enhorabuena por el gran poeta, narrador, ensayista y traductor José Emilio Pacheco, que sirva de homenaje.
Bien dicen por ahí que el primer encuentro con la literatura es crucial para un futuro lector. En ese sentido, no sería capaz de recomendar un mejor inicio en las letras mexicanas para un niño que la obra del gran José Emilio Pacheco. Este libro, junto con "El principio del placer" son obras hermosas y de una sinceridad que se disfruta a todos niveles.
Me encanta el hecho de que la canción de Café Tacuba "Mariana" resuma en unos cuantos minutos el sentimiento de "El principio del placer".
Me parece que también hay una adaptación mexicana de esta obra, no tan afortunada como la versión de Café Tacuba.
Es correcto, la adaptación se llama Mariana, con guión de Vicente Leñero. Dirige Alberto Isaac en el '86.
Es bueno saber que el acercamiento a la literatura se da con autores como José Emilio Pacheco y no con literatura de "moda" tipo Harry Potter.
Coincido con la recomendación de El principio del placer; también si tienes oportunidad date un quemón con "El Viento Distante" y "Morirás Lejos", ambas de este gran autor.
Gracias por el comment y sigue dándole a la lectura.