Cada vez es más común escuchar de Festivales colaborativos que toman el ejemplo de 100 Vinos Mexicanos de viñedos La Redonda, en donde las empresas mexicanas dejan por un momento la competencia para trabajar en conjunto y fortalecer su nicho de mercado.
No es una exageración decir que los eventos organizados por la firma queretana han marcado un parteaguas en la industria vinícola mexicana y en general en el sector emprendedor.
La séptima edición del festival 100 vinos mexicanos confirmó su liderazgo con una oferta que superó el número de etiquetas del 2015 y que muy probablemente rebasó su récord de asistencia.
En las magníficas instalaciones de Viñedos La Redonda, que contó con un nuevo trazado de estacionamiento que mejoró el acceso de los asistentes, miles de entusiastas del vino mexicano disfrutaron de un atractivo abanico de opciones.
Ahí estaban las grandes firmas mexicanas, premiadas en competencias internacionales, como casa Madero de Parras, Coahuila y Monte Xanic y Torres Alegre del prodigioso Valle de Guadalupe en Baja California Norte hasta las firmas emergentes que apuestan por romper el molde como vinos Primate, 50 Shades of Red, Retorno y Dos Etnias.
Pocos festivales en México pueden presumir de un público tan homogéneo. Lo mismo podía encontrarse familias enteras que parejas jóvenes y grupos de amigos con mirada curiosa y búsqueda de nuevas experiencias charlando con famosos enólogos, como el Dr. Torres Alegre de vinícola Torres Alegre.
Si alguien dudaba que el vino es cultura, las charlas dentro de las dos áreas techadas que funcionaron como stands de degustación en las que los jóvenes comenzaban a familiarizarse con términos como paso por barrica, etanol, taninos, astringencia y demás términos demostraron el encanto e interés que despierta la industria vitivinícola entre el público joven.
Como ya es una costumbre, la fiesta y la música estuvieron presentes durante los dos días de festival. Además de las degustaciones, las catas dirigidas y la atractiva oferta de comida e innovaciones como el tour en helicóptero, los asistentes pudieron pasar un rato con una oferta musical encabezada por los grupos HELP y 3G.
Como en todo gran evento, el Festival 100 vinos mexicanos tiene todavía algunos problemas pendientes por arreglar. Uno de ellos es la saturación de los baños de mujeres que año tras año representa un problema para las chicas.
Otra buena idea sería ofrecer puntos de hidratación gratuitos, como se hace en otras ciudades del mundo. Sería muy ingenuo pensar que en un festival como Vinos Mexicanos el consumo siempre es responsable, la realidad es que por mucho que hagan los organizadores, la cultura del consumo moderado es responsabilidad de los asistentes así que no estaría de más echar a andar una campaña que promuevan dichas prácticas.


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