Durante años Neil McCormick ha sido crítico de rock para The Telegraph, como escritor ha tenido una vida más o menos exitosa y ha disfrutado la música en diversos grados, sin embargo nunca pudo quitarse algo de la cabeza: Bono le robó su vida.

Casi siempre leemos sobre las historias de éxito, de como una banda desafió todas las predicciones y finalmente triunfó (incluso Anvil rozó la gloria y logró grabar discos), sin embargo la de Neil McCormick es una historia diferente, es la vida de una persona que tuvo la mala fortuna de tener sueños de rock and roll al mismo tiempo que su amigo Paul David Hewson y casi estuvo a punto de convertirse en una leyenda de la música en Irlanda, pero observó como todas sus aspiraciones eran depositadas en U2.

“¿Cómo puede cantar alguien qué todavía no encuentra lo que busca, cuando lo tiene todo?”, eso explica la amargura de Neil McCormick y las razones por las que a sugerencia de Paul Hewson el libro donde cuenta su vida terminó llamándose Killing Bono. El título surgió de una broma del vocalista, quien insistía que ambos eran una cara de la misma moneda, uno era el éxito, otra el fracaso, y que la única forma de cambiar eso sería matándolo.

Después de confirmar que Bono sigue de gira y con increíble salud, sabemos que la historia de Neil McCormick no llegó a ese extremo, sin embargo se convirtió en el escritor de un best seller que próximamente podremos ver como una película. Según palabras del protagonista, Killing Bono no es sobre un gran significado histórico, es sobre fallar de forma “abyecta y sin heroísmo en varias ocasiones y hasta el cansancio, es sobre ser inmortalizado en el celuloide como un perdedor total”.



La película es una odisea personal a través del mundo del rock and roll, de 13 años de oportunidades perdidas, de mal juicio y peor suerte, es sobre los hermanos McCormick en Londres, siendo cortejados por grandes discográficas y la seducción que llega con un contrato y ningún disco. Es una historia de rock muy común de grandes sueños y ambiciones frustradas, el giro en el cuento es que su amigo se convirtió en una de las estrellas de rock más grandes en el planeta y él se convirtió en un crítico de rock.

Killing Bono es interesante porque McComick nunca dudó que algún día alguien haría una película sobre su vida, aunque nunca se le ocurrió que sería una comedia, pero también es imperdible porque pocas veces vemos el otro lado, el del observador. Desde el punto de vista del hombre que vio realizado su futuro en otra persona, obtenemos la perspectiva de cientos de músicos que no logran explicarse como estando en una misma época, un mismo lugar e incluso compartiendo ideas, les toca luchar e intentar salir de la sombra de otros.

Killing Bono se estrena en abril en Inglaterra, esperemos que los cientos de fanáticos de U2 en México sirvan para que podamos ver la historia paralela al éxito de la banda irlandesa.

HolaSim Alternatripmail

Un comentario en «Killing Bono, un filme de fracaso paralelo al exito de U2»
  1. No cabe duda de que toda comedia surge de un drama. Es aquí cuando la estúpida frase de «Las cosas pasan por algo» sólo puede ser respondida con un buen puñetazo.

    Gran recomendación Kari!

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