Hay algo muy especial en las canciones de la banda argentina El Mató un Policía Motorizado: Si uno escucha con atención, es difícil no encontrar un vinculo emocional con algún pasaje de su propia historia. Este tipo de hallazgos es una de las virtudes por las que siempre vale la pena analizar sus nuevas entregas.
El más reciente disco de los originarios de La Plata se llama «La Síntesis O´konor» una metáfora muy acertada para el tipo de historias que proponen sus composiciones. Los ejes temáticos de esta entrega son la ilusión y el desencanto, dos conceptos que flotan como contrapesos y con los que el escucha puede conectar bajo su propio riesgo.
«Paso todo el día pensando en vos, ¿qué hay de malo en eso? Todo lo que hago es para vos, el tesoro se está hundiendo» se escucha en «El Tesoro», una canción que habla del enamoramiento y la decepción, dos conceptos ineludibles que en este caso operan como si se tratara de un sueño lúcido que culmina de forma abrupta, provocando una enorme tristeza. O como lo llaman ellos: «La depresión cinética».
El sonido pausado, más enfocado en construir armonías que en regalar potencia e intensidad es evidente en cortes como «La noche eterna» y «Destrucción» que se alejan del virtuosismo de las guitarras para ofrecer acordes más compactos.
Muy probablemente, las letras de este disco hablen de las cosas que no dependen de uno, pero también de la forma en que se puede decidir la forma en que nos afectan las acciones de otros. En «Ahora imagino cosas» cada uno de los lamentos, cada reproche y cada consigna concluye con una afirmación categórica: «No me importa». Porque de eso se trata la vida, de amar y sufir apasionadamente, pero sobre todo, de sobrevivir y ponerse a resguardo de las desventuras.
Me parece que emitir un juicio de valor sobre este nuevo disco es un desperdicio, eso depende de cada escucha. Además, si algo caracteriza a El Mató a un Policía Motorizado es su gran capacidad de provocar emociones con cada uno de sus temas y de eso sí que hay de sobra en este disco.